La Universidad de Chile venció anoche 1-0 a Liga en una repleta Casa Blanca y dio un paso fundamental para ganar el título de la Copa Sudamericana de este año. La revancha será el miércoles en el Estadio Nacional de Santiago.
El gol fue de Eduardo Vargas, delantero pretendido por el fútbol inglés, que sacó ventaja de una desconcentración de la zaga alba cuando estaba por terminar el primer tiempo (43 minutos). Con este tanto, la ‘U’ chilena se ilusiona con obtener su primera copa internacional.
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El equipo chileno quebró el invicto que tenía Liga en 13 cotejos anteriores de esta Copa en el estadio capitalino. Este año, los albos del DT Edgardo Bauza habían triunfado en los cinco partidos anteriores. Pero ayer el sistema del DT visitante, Jorge Sampaoli, fue mejor, pues logró controlar el juego ofensivo que los azucenas aplican de local.
El resultado también es un reflejo del momento de ambos equipos. Los chilenos son vigentes campeones de su país, buscan el bicampeonato, están invictos tanto en la Sudamericana como en el torneo local, juegan ofensivamente y tienen un promedio de edad de 24 años. Liga lo dio todo, pero sufre de una colección de lesionados.
En el primer tiempo, la ‘U’ de Chile sorprendió con un cambio de última hora en su alineación, la inclusión del volante de corte Albert Acevedo, quien tuvo la misión de marcar a Ezequiel González. Tan sorpresiva fue la entrada como titular de Acevedo, que ni siquiera estaba en la lista que apareció en la pantalla del marcador electrónico.
Acevedo estuvo en lugar del delantero Darío Castro, quien estaba considerado al principio, y se convirtió en un auténtico perro de presa que impidió al ‘Equi’ girar y lanzar con comodidad. El creativo de Liga se escapó una vez, al minuto 41, cuando tomó un balón en mitad de cancha, se desprendió de Acevedo y lanzó un pase precioso a Hernán Barcos al corazón del área visitante. ‘El Pirata’ llegó al balón pero remató desviado, cuando el público ya cantaba el gol.
Esa jugada también fue la única en el primer tiempo en que el ariete albo estuvo sin marca, pues fue custodiado en posta por Osvaldo y Marcos González.
Liga tuvo problemas para generar peligro y solamente inquietó al meta Johnny Herrera en otra ocasión, al minuto 27, cuando Néicer Reasco falló en el mano a mano con el chileno, tras un pase de Lucas Acosta, quizás el mejor jugador de Liga, para sorpresa general.
Acosta, permanente suplente en estos meses, fue improvisado como número cinco por el DT Bauza ante la lesión de Ulises de la Cruz; pero su rendimiento fue sobresaliente, no solo en la marca (en especial sobre el ofensivo Gustavo Canales) sino desbordando y repartiendo balones.
El ‘Romántico Viajero’, como nostálgicamente se conoce a la ‘U’ chilena, exhibió todas las dotes que le han caracterizado en esta Copa. Además de su sacrificada custodia a los hábiles del rival, los volantes Charles Aránguiz y Marcelo Díaz abrían la cancha, atacaban por el centro y buscaban a su estrella, el definidor Eduardo Vargas, aunque a ratos el equipo azul parecía sobrerrevolucionado y no fue demasiado peligroso, hasta la jugada del gol.
Vargas definió al minuto gracias a una desatención de la zaga alba, con Araujo fallando en la cobertura mientras el chileno, guapeando y dibujando con perfección la diagonal, mandaba al ‘Beto’ al piso, desparramaba al meta Alexander Domínguez y definía a placer.
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El segundo tiempo empezó con el mismo vértigo del inicio. Edgardo Bauza retiró al entusiasta pero inefectivo Claudio Bieler y metió a Luis Bolaños. Pero la tónica no varió, con los azucenas buscando espacios para atacar.
Los del ‘Chuncho’ (búho) se dieron modos para defenderse, sin renunciar al ataque con pases largos que siempre buscaban la velocidad de Vargas.
Paúl Ambrosi y Bolaños desbordaron por la izquierda, pero casi siempre se topaban con una pierna azul que se cruzaba en el momento del pase. A veces, esa pierna golpeaba con vehemencia, ante la contemplación del juez Diego Abal. Reasco no fue tan claro cuando salía por la derecha y se chocaba con José Rojas, pero también empujaba hacia adelante.
Al minuto 67, el balón lanzado de un córner cayó a los pies de Barcos. El arquero Herrera había cortado con deficiencia y estaba vencido. Pero Barcos aplicó potencia en lugar de colocación.
Otra opción clara fue la que tuvo Fernando Hidalgo al minuto 78, pero su cabezazo fue despejado al córner por el meta Herrera, que demostró por qué solamente ha recibido dos goles en toda la competición. A tres minutos del final, Jorge Guagua y luego Barcos cabecearon tras sendos tiros de esquina.
Tras el final, los chilenos saludaron con su barra para luego retirarse. Mientras, los albos salían hacia el camerino pero con las barras cantando himnos de apoyo, en una prueba de amor por su equipo, que irá a Santiago con la meta de revertir esta desventaja.
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