A tres meses de vencer el plazo otorgado por la FIFA para su entrega, las obras de reconstrucción del estadio Maracaná de Rio de Janeiro, sede de la Copa Confederaciones 2013, fueron paralizadas el lunes por 24 horas, anunció el sindicato de obreros.
“Es una huelga de advertencia de 24 horas, estamos en una situación de emergencia, queremos discutir el convenio colectivo con rapidez”, indicó Nilson Duarte, del sindicato de la construcción pesada (Sitraicp). La paralización comenzó a las 07:00 locales (09:00 GMT) y el martes se reanudarán los trabajos.
Los obreros piden un aumento salarial del 15% y otros beneficios. Según reportes de prensa, el consorcio responsable de las obras de remodelación del estadio ofreció un alza del 8%.
El jueves hay una nueva reunión entre el sindicato y la constructora y ” ese mismo día podríamos entrar en huelga” si no se cumplen las exigencias, dijo Duarte. “Las obras tienen plazos, por lo que los trabajadores quieren una solución rápida a sus reivindicaciones”, continuó.
Según el dirigente sindical, el gobernador de Rio de Janeiro, Sergio Cabral, intercederá por una rápida solución al conflicto. Una eventual huelga podría afectar los plazos para la entrega a la FIFA del Maracaná, uno de los seis estadios que serán utilizados para la Copa Confederaciones, que se jugará del 15 al 30 de junio próximo.
La entrega está prevista para el 24 de mayo, y su reinauguración se hará con un partido amistoso entre Brasil e Inglaterra el 2 de junio.
El Maracaná, con capacidad para 79 000 espectadores, es uno de los cuatro estadios que aún están en obras de cara a la Copa Confederaciones, considerado el gran ensayo del Mundial de 2014.
Además de la final, dos juegos de la fase de grupos se celebrarán en el Maracaná. La FIFA ha advertido que con el comienzo de la venta de boletos, no se pude modificar el calendario ni el número de sedes.
Los estadios de Brasilia, Salvador y Recife siguen en obras a cuatro meses del puntapié inicial de la Confederaciones. Fortaleza y Belo Horizonte ya fueron entregados a la FIFA. Las obras en el Maracana ya fueron paralizadas por unos 15 días en septiembre pasado y reanudadas por una orden judicial.
Consultado por la AFP, el consorcio Maracaná Rio 2014 -conformado por las constructoras Odebrecht Infraestrutura y Andrade Gutierrez- no se pronunció sobre la paralización o las negociaciones.
Más de 4 000 obreros trabajan 24 horas para terminar a tiempo las obras, que en diciembre estaban concluidas en un 79%. Los trabajos se concentran en la instalación del complejo alambrado que cubrirá las gradas.
La remodelación del Maracaná, que también será sede de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Rio-2016, está calculada en 808,4 millones de reales (USD 407,7 millones al cambio actual).
Los críticos de la intervención del ‘templo del fútbol’ denuncian que apenas la fachada y las rampas monumentales recordarán a los habitantes de Rio el estadio original. La reforma es acompañada por una revitalización del barrio que rodea al estadio, en el norte de la ciudad.
El proyecto contemplaba la demolición de varios edificios contiguos para asegurar una circulación más fácil de personas en el entorno del estadio. Uno de estos edificios es el antiguo Museo del Indio, que después de presiones de grupos sociales y hasta de la propia FIFA será mantenido.
En las instalaciones del abandonado museo vivían 23 familias de indios desde 2006.