Con el tradicional cántico de ‘Sí se puede, sí se puede’, un grupo de hinchas llegó al aeropuerto Mariscal Sucre para despedir a los jugadores de la Selección.
Finalmente, a Venezuela se desplazaron ayer 20 jugadores para afrontar el partido por la décima fecha de las eliminatorias.
Las sirenas de los patrulleros que escoltaron al bus amarillo, azul y rojo, de la Selección, alertaron a los usuarios de la terminal aérea del arribo del combinado. La noche era fría y lloviznaba en el sector. Por ello, cuando los jugadores descendieron del automotor, estaban bien abrigados con chompas y algunos con guantes.
Entre los curiosos y aficionados, un grupo de periodistas se acercó para obtener las últimas palabras de los seleccionados antes de viajar a Puerto La Cruz, sede del cotejo de mañana (17:00).
Sin embargo, solo Christian Noboa, Christian Benítez y el DT Reinaldo Rueda soltaron unas palabras mientras siguieron su paso raudo a la sala de embarque. “Vamos con ánimo, a ganar, para seguir por este buen camino”, dijo brevemente Noboa.
Benítez, en cambio, manifestó que Ecuador tiene “los jugadores adecuados” para sacar un empate o la victoria en suelo llanero. “Venezuela es un equipo complicado, como todos. Pero tenemos la mentalidad y la confianza de conseguir un resultado positivo”, expresó al ariete del América mexicano, sin detener su caminar.
Rueda fue un poco más expresivo. Se detuvo por unos segundos y repitió lo que ya había manifestado el viernes y el sábado: “Viajamos con mucha ilusión. Las ausencias por lesiones y suspensiones siempre complican, pero por suerte tenemos jugadores que saben cómo suplirlos”.
Mientras esto ocurría con los micrófonos que cubrían parte de su rostro, con sus manos firmó uno que otro autógrafo. Luego, se unió al resto del grupo ya en el interior de la sala de salida.
El entrenador procuró aprovechar cada minuto que tuvo en Quito, antes de partir. Ayer mismo, durante la mañana, dictó una charla técnica a los jugadores. Luego, los futbolistas descansaron. Y en la tarde, tras el almuerzo y un ligero descanso, se entrenaron desde las 15:00 en la cancha principal de la Casa de la Selección, a puerta cerrada.
En el avión, mientras los jugadores de la Tri empezaron a pasar el filtro de control aduanero, periodistas y directivos que también viajaron con la Selección esperaban en sus asientos.
La aeronave se llenó poco a poco. Entre los asistentes estuvo el cantante nacional Gerardo Morán, acompañado de su esposa.
También, cerca de las 18:34, subió al avión la cocinera de la Tricolor, Consuelo Gonzalón, quien nutrirá a los jugadores con la sazón ecuatoriana.
La salida del vuelo se retrasó 10 minutos por cuatro personas de la estación TC que no llegaban.