Ecuador se enfrenta hoy a Perú por las eliminatorias sudamericanas al Mundial de Brasil 2014, pero también defiende hoy un invicto en el estadio Atahualpa.
La Selección jamás ha perdido como local ante los peruanos en los juegos disputados entre ambas selecciones desde 1977. La Tri suma tres victorias, dos empates y ninguna derrota en los cinco cotejos realizados en Ecuador.
El primer partido se realizó el 20 de febrero de 1977 en el estadio Olímpico Atahualpa y culminó con un empate de 1-1. La rivalidad nació desde entonces, rememora Fabián Paz y Miño, quien fue titular en ese cotejo.
Ese día, Paz y Miño además se convirtió en el primer ecuatoriano en anotar ante el equipo peruano, en las eliminatorias. El ex delantero de El Nacional relata su conquista: “Wilson Nieves avanzó por el sector derecho con velocidad y lanzó un centro. Yo atrapé la pelota en las 18 yardas y, con un fuerte remate, anoté ante (Ramón) ‘El Chupete’ Quiroga”.
Ecuador estuvo a punto de ganar, pero tuvo mala fortuna, cuenta Paz y Miño. Esto porque el nacionalizado Ángel Liciardi erró la ejecución de un tiro penal. “Los pupos y el estado de la cancha del Atahualpa conspiraron contra Liciardi, quien se resbaló y se ‘comió’ el partido”.
El ex atacante de la Tricolor dice que la rivalidad se incrementó por los problemas limítrofes que atravesaron los dos países. “Los jugadores y la afición sabíamos que debíamos ganar a Perú de cualquier forma. Ahora, esa rivalidad ha disminuido”.
El empate inició una serie de enfrentamientos favorables para el combinado nacional. Además, de los cinco partidos realizados en el país, se han jugado otros cinco en Perú. Así, en total, la Selección sumó cinco victorias, cuatro empates y una derrota.
La única caída de la Tri (4-0) ocurrió el 12 de marzo de 1977 en Lima, hace 34 años. En ese juego se destacó Juan Carlos Oblitas, quien concretó en dos oportunidades.
En cambio, la última victoria tricolor de local en Quito ocurrió el 21 de noviembre del 2007 en el Atahualpa. Entonces, el equipo era dirigido por Sixto Vizuete.
Vizuete, ahora DT de la Sub 20, y sus asistentes recuerdan que había un ambiente tenso antes del encuentro. El colombiano Luis Fernando Suárez había renunciado tras una derrota ante Paraguay, en Asunción.
Por ello, Vizuete asumió el mando como DT interino. “El profesor (Vizuete) habló con los jugadores y les dijo que debían jugar por su prestigio. Ellos asimilaron el mensaje y salieron a ganar con todo a Perú”, cuenta Hólger González, el preparador físico de esa selección.
Así, Vizuete se estrenó con una victoria de 5-1. Los goles fueron anotados por Walter Ayoví (2), Iván Kaviedes y Édison Méndez (2). Los jugadores que formaron ese equipo, como Iván Hurtado, recuerdan que se abrazaron con el DT tras la victoria.
“Fue un momento maravilloso. Nos quitamos toda la presión y demostramos que nuestros jugadores tenían muchas condiciones. El pueblo volvió a creer en el equipo”, señala González.
Méndez, quien conquistó dos de las cinco anotaciones, dijo que ese resultado permitió a la afición recobrar la esperanza en que el equipo podía clasificarse al Mundial. Sin embargo, advirtió. “No podemos vivir del recuerdo. Hoy tenemos que enfrentar a un rival diferente”.
El juego de hoy es el undécimo entre ambas selecciones y se realiza en el Atahualpa, escenario en el que se han realizado la mayoría de cotejos de local. Solo existe uno que se realizó en el Monumental de Barcelona, el 24 de abril de 1996.
Ese día, la Selección se impuso 4-1 ante el cuadro del Rímac con goles de Eduardo Hurtado (2), Máximo Tenorio y José Gavica.
El ‘Tanque’, quien era el delantero estelar del equipo, festejó con euforia las anotaciones. “Fue un momento especial porque debíamos ganarnos a la hinchada de Guayaquil”.
La anotación del honor peruano la marcó Roberto ‘Chorrillano’ Palacios, ex mediocampista de Liga de Quito.
Paz y Miño y los ex jugadores consultados coinciden en que hoy Ecuador tiene opciones de ganar, pero estiman que el rival tiene un equipo más fuerte que el de épocas pasadas. “Sergio Markarián ha fortalecido a Perú”, advierte Paz y Miño.