Una jugada mal resuelta o una expulsión pueden trastocar los planes de cualquier futbolista.
A Michel Castro, jugador del Deportivo Quito, las expulsiones empezaron a perseguirlo desde el 11 de diciembre del 2011.
La mañana de ese día, el equipo de Reserva del Quito llegó a Riobamba para disputar la primera final del torneo, ante Olmedo. Para afrontar este cotejo, el entonces entrenador del equipo contó con refuerzos del plantel de Primera como Castro.
El volante inició como titular, pero en el segundo tiempo fue expulsado. Juan Carlos Garay, entonces técnico de ese plantel, recuerda que sus jugadores se enojaron con el árbitro “por que adicionó demasiados minutos”.
Según el DT, Castro reclamó y “llegó a pechar al árbitro” lo cual terminó en una dura sanción. Fue suspendido seis meses por la Ecuafútbol.
Michel dejó pasar cuatro meses tras la sanción y, en abril de este año, pidió ayuda en Deportivo Cuenca. Llegó a ese club y solicitó permiso para ensayar.
La idea del entonces entrenador del club, Luis Soler, y de los dirigentes era que el jugador cumpliera la suspensión y luego actuara por el club. Para esto se llegó a un acuerdo preliminar.
Así, el 12 de junio, el quiteño cumplió el tiempo de sanción. Sin embargo, decidió volver al Quito que ya contaba con Rubén Insúa como DT.
Insúa lo tomó en cuenta para los entrenamientos. Luego, lo ubicó como titular en el partido ante Emelec, en el estadio George Capwell de Guayaquil.
Castro no pasó inadvertido en ese cotejo: en el área de su equipo tomó de la camiseta a Luciano Figueroa. Otros azulgranas también intentaron frenar a rivales azules y el juez Alfredo Intriago decretó una falta penal a favor del ‘Bombillo’.
Finalmente, los azules ganaron 3-0. Anteanoche ocurrió algo similar. Castro, quien había ingresado tres minutos antes a la cancha, tomó de la camiseta a Mariano Echeverría, del Tigre. Por esto, fue expulsado.
Hasta antes de esa falta, el Quito iba perdiendo 1-0, pero luego la ‘AKD’ se desmoronó, cayó 4-0 y quedó eliminado de la Copa Sudamericana.
Castro estuvo tres minutos en la cancha, lo cual se constituyó en un récord de un futbolista ecuatoriano por una expulsión.
Insúa admitió que tras la salida de Castro y también de Jefferson Hurtado, el Quito no pudo jugar a un buen nivel. El DT no se dirigió a sus jugadores en el camerino del estadio Monumental de Victoria, tras la goleada.
Eso sí, tenía previsto hablar con sus futbolistas ayer. Pero dijo que pueden mejorar y no habló del caso específico de Castro.
En el interior del plantel azulgrana también están dispuestos a superar el ‘trago amargo’. El asistente técnico Luis Roberto Oste recalcó que la responsabilidad depende de todo el equipo y no de un solo jugador.