El club San Martín, que se retiró este año del fútbol del Perú tras la huelga de jugadores, podría regresar ante el nuevo panorama, coincidieron hoy varios involucrados en el tema.
Portavoces de San Martín, del Sindicato de la Asociación de Futbolistas Agremiados del Perú (SAFAP) y de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) consideraron que las gestiones van bien encaminadas y que el retorno podría ser inminente.
Según el asesor legal de la SAFAP, Johnny Baldovino, la opción se fortaleció cuando el presidente de la FPF, Manuel Burga, apoyó la idea de que los clubes, varios de los cuales tendrán una administración nombrada por el Estado, sean fiscalizados mensualmente.
Previamente, Baldovino y el presidente de San Martín, José Antonio Chang, se habían puesto de acuerdo en que la auditoría mensual puede ser el camino para evitar la profundización de la crisis. La crisis económica que se vislumbraba desde hace años en el fútbol del Perú llegó a un recodo en febrero, cuando los jugadores, muchos de ellos con atrasos de más de tres meses en los salarios, entraron en huelga. El cese de actividades fue general, porque los futbolistas de equipos que sí pagan puntualmente adhirieron en solidaridad.
San Martín, al que se presenta como ejemplo de club bien manejado, lo que se refleja en que ganó tres títulos nacionales en siete años de existencia, se retiró con el argumento de que si las demás instituciones no cumplen obligaciones la competencia es desleal.
Con varios equipos al borde de la quiebra, incluidos Alianza Lima y Universitario, que suman cerca de un 70 por cuento de la hinchada nacional, el gobierno peruano expidió esta semana un decreto que les permite a las instituciones en problemas acogerse a trámite concursal.
El régimen implicará que los actuales directivos sean reemplazados por una administración que, junto a los acreedores, tome las medidas para salvar a la institución. Esa medida fue bien recibida por San Martín, lo que, sumado a la posible auditoría mensual, parece haber generado condiciones para el replanteamiento.
En el otro extremo está Alianza, pues su presidente, Guillermo Alarcón, que en principio aceptó el decreto, ahora lo rechaza y dice que lo denunciará por inconstitucional. Alarcón atiende en oficinas particulares, pues fue sacado de predios aliancistas por hinchas que lo responsabilizan de la crisis. El presidente de la “U”, Julio Pacheco, sí aceptó.
Ese club, que tiene activos por unos 40 millones de dólares y deudas por unos 57 millones, es el de estado más crítico. Los otros clubes a los que se impondrá nueva administración son Sport Boys, Cienciano y Melgar.