Eduardo Morante y Francisco Rojas regresan a la titularidad en Liga de Quito. El seleccionado cumplió una suspensión y vuelve a ocupar su puesto de zaguero izquierdo, mientras que el segundo actuará como carrilero zurdo ante el Independiente.
Al menos, esos son los cambios que el DT Edgardo Bauza ensayó en el entrenamiento de ayer para afrontar el partido ante el equipo de Sangolquí. El encuentro se juega desde las 19:30 de hoy en la Casa Blanca, por la octava fecha de la primera etapa del Campeonato Ecuatoriano de Fútbol.
El estratega argentino de los universitarios optó por realizar estas variantes para mantener solidez en la defensa y por el estilo de juego de su rival. Él analizó que seis jugadores del conjunto rival miden 1, 85 metros.
Por esto, prefiere ubicar a Morante (de 1,86 metros) para evitar contratiempos en la zona defensiva en el encuentro de esta noche.
Con la titularidad del seleccionado tricolor, el Sub 18 Gabriel Corozo pasará a jugar como carrilero derecho, una posición en la que se formó en la Escuela de Fútbol Alfaro Moreno.
Entre tanto, Rojas vuelve a su posición habitual de lateral por izquierda luego de un mes y medio. Él se lesionó en enero en el primer partido oficial de Liga de esta temporada (ante Gremio, por la Copa Libertadores) y se recuperó recién hace tres semanas. Pese a esto, fue relegado a la suplencia por Bauza.
Hoy, el ‘Patón’ confía en que el jugador esté listo para volver a rendir en un buen nivel, tal como lo hizo el año pasado en el Manta.
Eso sí, Bauza también se preocupó por la falta de gol que afecta a su equipo (en siete partidos, LDU ha marcado seis tantos. Emelec, el líder del Campeonato, lleva 15 en seis cotejos). Por esto, Luis Fernando Saritama tendrá más responsabilidades de crear juego ofensivo ante el Independiente. En cambio, Pablo Vitti acompañará a Carlos Garcés en la delantera.
Este último quiere dejar atrás su ‘sequía’ goleadora (en ocho partidos con LDU no ha marcado).
Con estas novedades, la probable alineación de los albos incluye a Alexander Domínguez; Ignacio Canuto, Morante; Corozo, Enrique Vera, Fernando Hidalgo, Rojas; Saritama; Vitti y Garcés.
El cuadro rival, dirigido por el uruguayo Pablo Reppeto, está motivado por el partido y su buena campaña (es tercero en la tabla de ubicaciones con 13 puntos) y aspira a mantenerse en el pelotón de punteros para obtener una clasificación a un torneo internacional.
Por estos antecedentes, Repetto anticipó un partido muy intenso e inculcó a sus jugadores la importancia de ganar el encuentro. Fernando ‘El Chiqui’ Guerrero consideró que el plantel está capacitado para obtener la victoria.
Rivarola se juega el puesto
Sereno, motivador, amable y sonriente se mostró ayer el técnico del Deportivo Cuenca, el argentino Guillermo Rivarola. En la práctica que se cumplió en el complejo de Patamarca, antes del cotejo de local ante Deportivo Quito (hoy a las 19:00), usó más de cinco veces la palabra “tranquilo”. Lo hacía cuando un futbolista se equivocaba.
El DT de 44 años pidió a los jugadores 20 toques con el balón antes de ser marcados por el rival. “Falta movilidad” gritó desde la media cancha. Un sol asfixiante acompañó el ensayo, que trató de abrir espacios por todos los sectores en busca del ansiado gol. Las palabras de ánimo entre sí se escucharon en los integrantes.
Una vez concluida la práctica, los argentinos Nicolás Domingo, Andrés Ríos y Damián Manso se dedicaron a cobrar tiros penales y remates de larga distancia. En el arco se paró el lojano Hamilton Piedra, quien será titular por segundo partido seguido en reemplazo del golero Marcelo Ojeda. Este se recupera de una lesión.
Rivarola miró a las gradas del complejo y constató la presencia de una docena de comunicadores. Entonces salió del campo de juego y habló 22 minutos con los reporteros de los medios de comunicación. No eludió ninguna pregunta. Él está consciente que sumar 3 de 21 puntos no es bueno para nadie.
El ex estratega del Pachuca azteca adelantó que se irá si los próximos resultados son adversos. Cuando sea insostenible, dará un abrazo a los directivos, agradecerá por la confianza y renunciará. En ese sentido pidió tranquilidad, “no soy una kamikaze del fútbol, soy un entrenador que busca prestigio cuando se vincula a un club”.
El estratega conoce que es esclavo de los resultados. “Desde que soy técnico sé que me senté en la silla eléctrica”.