Los últimos minutos de la final de la Copa del Rey, entre el Barcelona y el Real Madrid, se vivieron entre gritos e insultos contra el árbitro del encuentro Ulpiano Mallenco.
Una decena de hinchas catalanes y madrileños se reunieron en Quito, en el restaurante la Casa de Damián, para observar el choque que había paralizado a su país.
Ellos estuvieron acompañados por cerca de 30 personas, entre ecuatorianos, venezolanos y argentinos, quienes se escaparon de sus trabajos para no perderse los detalles de la final.
En Quito el ambiente era similar al del estadio de Mestalla, en Valencia. El canal oficial del choque mostraba a los aficionados ‘culés’ sufriendo, luego del gol de Cristiano Ronaldo. Esa misma desesperanza se refleja en el rostro de Nuria Segura, reportera de la Agencia EFE y fanática del cuadro que dirige ‘Pep’ Guardiola.
Ella, rubia y delgada, fue la que más gritó durante la transmisión. La periodista tomó el rol del técnico. Daba órdenes a los jugadores del Barcelona, cuando estos empezaban una jugada de ataque.
“Dale, a la izquierda que está (David) Villa”, así lo dirigía a Andrés Iniesta, a quien le puso fe durante todo el encuentro.
Cuando Mallenco sancionaba en contra de su club, las palabras subían de tono. Junto a ella, el periodista ecuatoriano Diego Oquendo, compartía el mismo sentimiento, pero lo expresaba con gestos de desacuerdo.
Oquendo fue al sitio invitado por la empresa Directv, que transmitió el partido. Él aseguró que es hincha catalán porque disfruta el juego elegante del Barcelona.
En una mesa cercana a la de Segura y Oquendo, Eliseo Sarmiento gozaba con el triunfo del conjunto del DT Mourinho. Él es un venezolano, de madre madrileña y quien le enseñó a querer a la camiseta ‘merengue’.
Sarmiento, ejecutivo de OFL y de Seguros Constitución, llegó al sitio con su amigo José Daniel Gómez, también venezolano pero de padres catalanes.
Ellos se pasaron analizando el encuentro. Los cambios y los sistemas tácticos. Cada jugada la vivieron con más calma. En la anotación de ‘CR7’, aplaudió y bromeó con Gómez, mientras el grito de gol se escuchaba con fuerza desde las mesas del fondo del sitio.
“Sigo al Real Madrid desde que era niño y esto es emocionante”, aseguró Sarmiento.