Primero se mostró efusivo y se abrazó con los jugadores. El entrenador, Gustavo Quinteros, corrió por la cancha y se fue confundiendo con los hinchas y sus pupilos. Después de saltar un rato y desahogar toda la ansiedad contenida desde el miércoles pasado, habló con los periodistas en la cancha.
Quinteros hizo algunas reflexiones importantes de lo que significó alcanzar la estrella 11. “Esto es gracias al esfuerzo de todos los jugadores, con mucho trabajo, mucha entrega de ellos”.
Cuando le preguntaron cual fue el partido clave en esta segunda etapa del Campeonato Nacional, el entrenador argentino-boliviano respondió que fue clave golear 7-0 a la Universidad Católica en el Capwell. “Ese partido le dio confianza al grupo”.
Emocionado dedicó el título a su familia y a sus hijos que vivieron de cerca el partido en Buenos Aires, Argentina. También se lo dedicó a los dirigentes.
Hubo un abrazo especial con el volante Pedro Quiñónez. Ambos se cobijaron con la bandera de Emelec. “Que seamos campeones no cambiará nada, trabajaremos de la misma manera en esta semana”, advirtió el DT.
En la tribuna del estadio Reales Tamarindos de Portoviejo también estuvo presente Nassib Neme. El presidente del club festejó al final del partido y se puso la camiseta del equipo con la leyenda del campeón 2013.
El festejo continúo en el camerino con los jugadores, en medio de un fuerte resguardo policial, porque los hinchas invadieron la cancha y se mezclaron con los nuevos campeones.
Aún falta la premiación que será la próxima semana.