El arquero de un equipo sudafricano protagonizó una hilarante jugada que desde ya es candidata a “blooper” del año: recibió un pase de un compañero y, en su intento por despejar el balón, terminó desparramado en el suelo ante la carcajada del público y la atónita mirada de su entrenador, que solo atinó a agarrarse la cabeza para lamentar el gol recibido por su equipo.