El primer gol de la Católica llegó de cabeza. Henry Patta, a los 26 minutos, marcó su séptimo gol en su cuenta personal y el primero de su equipo frente al Deportivo Quevedo. A los 78 minutos, Pablo Palacios luego de un pase que de Federico Laurito lo dejó frente al arco, puso la segunda para la Chatoleí y el primero en su cuenta en lo que va del campeonato.
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Con poco público en el estadio Olímpico Atahualpa arrancó el partido entre Universidad Católica y Deportivo Quevedo. En los primeros minutos, la Universidad Católica intentó presionar y adelantar las líneas. El balón circulaba entre la línea de volantes y delanteros de la Chatoleí.
Por su parte, el Deportivo Quevedo defendía con una línea de cuatro estática que, en ocasiones, se convertía en una línea de cinco. El partido, sin ser trabado, se mostró muy lento en los primeros minutos. El primer intento del Quevedo llegó a los tres minutos. Por la banda derecha, Víctor Mina, generó la primera jugada de peligro para los visitantes.
Al minuto, Elvis Pata se perdió un gol frente al arco. El golero del Quevedo, Giovanny Camacho, dejó un rebote luego de un tiro de afuera y el jugador de la Chatoleí no pudo definir.
La defensa del Deportivo Quevedo se multiplicaba. A veces, hasta nueve hombres intentaban detener los ataques de la Católica. Además, como arma, siempre usaban la trampa del fuera de lugar. Aunque, a veces, los del Quevedo se equivocaron al usarla, pero el juez de línea, equivocadamente, levantó en dos ocasiones la banderola y anuló dos buenas llegadas de los locales.
La Chatoleí dominó más el balón, pero no fue claro en sus llegadas. En 12 minutos monopolizó, prácticamente, el trámite del partido. Sin embargo, cada ataque era parado por la defensa fluminense. Aunque, a los 12 minutos, otra vez Patta llegó con peligro, pero el último pase no fue preciso y el Deportivo Quevedo la sacó barata.
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A los 16, en cambio, el Deportivo Quevedo arremetió con fuerza; pero el golero forzó el tiro libre y salvó la primera anotación de los visitantes. El partido empezó a abrirse. Ambos se dedicaron a atacar y eso generaba espacios. Ninguno de los dos conjuntos golpeó en el medio campo, al contrario, se dedicaron a darle buen trato al balón y eso facilitó el buen espectáculo.
A los 21 minutos, Dani Luna cabeceó frente al arco. ¡No pudo! Luna se tomó la cabeza, ni él podía creer lo que se perdió. Se quedo solito. Jonathan Carabalí, como con la mano, le puso un centro preciso; pero no lo logró. Camacho se convertía en una especie de héroe del Quevedo.
Elvis Patta, de la Católica, fue el más hábil de la Católica; pero Fabricio Bagüí, del Quevedo, fue su piedra de tropiezo. Estuvo atento en cada jugada. Sin embargo, a los 26 minutos, Henry Pata marcó el primer gol del partido.
Luego de la primera anotación, los locales se volcaron por más. Ya los defensas del Quevedo no se avanzaban para tomar el ritmo de los atacantes de la Católica. Laurito contó con una, muy clara por cierto; pero Camacho puso las manos y mandó el balón arriba del arco. Ya en 36 minutos, el ‘Súper Depor’ se olvidó de atacar. Galíndez pasó de ‘vacaciones’, pero hasta el minuto 38.
En ese momento, el golero de los católicos se durmió y el ‘soldadito’ Castro se perdió el empate de cabeza. Eso fue lo más peligroso de los visitantes. De ahí, un monólogo de pases de la Católica. Los pases se lateralizaban mucho y en los minutos finales ya ningún equipo profundizaba.
En el segundo tiempo, la Universidad Católica arremetió con todo e intentó poner la segunda. Patta, de nuevo, falló otra jugada de gol. Los visitantes no encontraron su fútbol. Malos pases, imprecisiones, juego sin criterio en los fluminenses. Se dedicó a esperar.
Católica distribuyó mejor el balón. Tenía salidas rápidas, pero el último pase fue más impreciso. El Quevedo, desde fuera del área, tuvo la primera intención de acercarse al arco de la ‘Chatoleí’. Pero su balón fue tapado, correctamente, por Galíndez.
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Laurito, a los 17, se comió otra oportunidad de gol. Patta desbordó por la izquierda y centró para el argentino, pero el ‘soldadito’ Castro cerró perfectamente la jugada. El Quevedo, más con ganas que con fútbol, intentó llegar; pero no logró generar una buena jugada hilvanada.
Otra vez, la Católica empezó a dominar el partido. Su fortaleza se notó por las bandas. Patta, por ejemplo, al igual que en el primer tiempo fue rápido e imparable. Sin embargo, sus centros o no eran precisos o sus compañeros no podían aprovecharlos.
El Deportivo Quevedo intentó equiparar el partido y comenzó a dominar en el medio campo. Quiso tapar espacio y distribuir mejor el balón, pero no apareció esa figura que le ponga la pausa y sea preciso para habilitar a alguno de los delanteros.
A los 28 del segundo tiempo, Edwin Hurtado, frente al arco, no pudo definir. La mandó arriba, increíble. El balón se paseó por toda el área celeste; pero el jugador del Quevedo no la pudo embocar.
Elvis y Henry Patta fueron más rápidos, más agresivos y tuvieron tantas oportunidades de gol, pero no lograron anotar. El Súper Depor se salvó de la tercera. Ya la defensa del Quevedo estaba desordenada. A los 41, en una jugada de tiro libre, el Quevedo quiso descontar, poner la primera, pero tibia la llegada.
A los 42, otra vez el Quevedo quiso sorprender. Intentó desbordar pero sin ideas claras. El pase no fue bien entregado. No hubo peligro. La Católica quiso sumar otro gol, pero se encontró con un inspirado Camacho que, pese a recibir dos goles, atajó unos cuantos tiros que tranquilamente pudieron aumentar el marcador.
Así se fue el partido. Ganó la Católica a un Quevedo que no propuso mucho
Juez Central: Carlos Orbe Ruiz
Alineación.
Universidad Católica: Galíndez; Cangá, Mendoza, Alcívar; Carabalí, J.Godoy, Martinez, Luna; E.Patta, H.Patta; Laurito
Deportivo Quevedo: Camacho; Corozo, Castro, Cortez, Bagüi; Godoy, Vera, Hurtado, Mina; Richards, Hermosilla.