Algo receloso y entre los últimos que dejaron el camerino del estadio Atahualpa apareció Federico Laurito, quien ayer convirtió los dos goles que le permitieron al Deportivo Cuenca derrotar 2-1 a El Nacional.
Cuando el delantero de 21 años cruzó por la estrecha puerta, unos 40 aficionados lo aplaudieron y ante la iniciativa del hincha Xavier Coronel empezaron a cantar: “olé, olé, olé… Laurito, Laurito…”.
El cántico finalizó con vivas y aplausos y más de uno buscó acercarse al goleador para fotografiarse con él o simplemente agradecerle por los goles y la victoria.
Uno de estos entusiastas fue Oswaldo Calderón, quien abrazó al argentino cuando este contestaba preguntas de unos cuantos periodistas que lo entrevistaban. El aficionado azuayo de 49 años tenía un pañuelo de su club en la cabeza y era uno de los más bulliciosos. En la madrugada llegó desde Cuenca con un grupo de 20 aficionados, quienes contrataron una furgoneta en USD 250 para viajar a Quito y luego retornar a su ciudad natal.
Laurito, en medio de las fotos y las felicitaciones, dedicó los dos goles a su familia, la misma que es su apoyo para continuar. Antes de firmar por el Cuenca, el año pasado, pasó por los clubes italianos Empoli, Livorno, Udinese, Unione Venezia y los argentinos Huracán y Newell’s Old Boys.
Ayer, el ariete de 1,82 metros de estatura consiguió su sexto gol en el torneo. Con relativa facilidad ganó las espaldas a Javier Chila y a John Narváez, quienes estuvieron en el centro de la zaga.
Buscó permanentemente y su oportunidad llegó a los 19 minutos.
Laurito recibió un pase bajo y en profundidad de Julio Angulo, quedó solo ante Bonard García y con un disparo por bajo, al costado izquierdo del golero, consiguió el 1-0. El tanto era justo para un Deportivo Cuenca que se mostraba ordenado y controlaba, sin sobresaltos, los imprecisos ataques de los militares.
El empate momentáneo llegó al minuto 28’, tras un lanzamiento penal que lo pateó Chila.
Para el segundo tiempo, en El Nacional ingresaron los hermanos Anangonó: Juan Carlos y Juan Luis, defensa y delantero, en ese orden. Con ellos, Venancio Ramos, asistente que ayer dirigió desde la banca por la suspensión de cuatro fechas de Mario Saralegui, intentó ganar el partido. Pero los dos hermanos, que empezaron con ímpetus, se desinflaron con el transcurrir de los minutos.
Entonces, tras una jugada que los criollos reclamaron con insistencia, el árbitro Omar Ponce decretó un penal a favor de la visita, por una mano de Chila en el área. Laurito, sin dudarlo, colocó el balón en el manchón penal mientras los jugadores locales continuaban reclamando la decisión arbitral.
Laurito pateó con fuerza y festejó el 2-1 cerca de los hinchas cuencanos que se congregaron en la general noroccidental.
Luego, los nacionalistas se lanzaron al ataque pero con desorden. En los minutos finales, varios hinchas hacían gestos con las manos para que sus jugadores subieran a buscar el gol. Uno de estos fue Daniel Zapata, quien exigía más entrega. “Le falta corazón al equipo”, indicó decepcionado el aficionado de 28 años.
En la rueda de prensa se vieron dos caras opuestas. Primero, Luis Soler, DT de los cuencanos, estaba contento y destacó el esfuerzo de sus pupilos que ya suman 17 puntos y están entre los primeros.
Luego fue el turno Ramos, quien consternado dio la cara por la derrota que los dejó con 12 puntos en el octavo lugar. “No tuvimos un buen encuentro, estamos dolidos, pero seguiremos trabajando para mejorar hasta que la dirigencia decida lo contrario”.
Así lo vi yo
René Amagua
EL NACIONAL: Parece que los jugadores no sienten la camiseta del equipo
Ni mi esposa me hace sufrir tanto como El Nacional. He venido con mis hijos, mi esposa y mi perra Cometa pero nos vamos tristes por la derrota. Por cómo jugaron hoy parece que los actuales jugadores no sienten la camiseta criolla. Es eso o ya no quieren que el entrenador Mario Saralegui continúe al frente.
A este paso mejor me voy a hacer hincha del Aucas.
Juan Carlos Siavichay
DEP. CUENCA: Estoy feliz porque sigue ganando
Me gustó el rendimiento del Deportivo Cuenca. Los jugadores juveniles corren por toda la cancha y los extranjeros sí están marcando una diferencia. En el arco, Marcelo Ojeda es determinante y Federico Laurito anotó los dos goles. Estoy contento porque el equipo sigue ganando en la capital. Vivo en Quito desde hace seis años, pero soy de Cuenca y hoy (ayer) vine a ver el partido de mi equipo.