Luis Soler, el técnico del Deportivo Cuenca, tiene la fórmula para hacer mucho con pocos recursos. A inicios de temporada, el Deportivo Cuenca se tambaleaba y la mayoría de su plantilla abandonó la provincia del Azuay en búsqueda de otros clubes, buscando asegurarse un buen contrato.
Parecía que el Deportivo Cuenca iba a desmoronarse en esta temporada. Sin embargo, al final de la séptima jornada, el cuadro colorado está peleando arriba y se mantiene invicto en el torneo.
Soler construyó un equipo compacto y es el único técnico del torneo local que alinea a cuatro jugadores Sub 20 en su equipo. La tarde del pasado sábado, el entrenador mandó a la cancha inicialmente a tres jóvenes: Juan Govea, Roberto Valarezo y Andrés López. Luego ingresó John Narváez.
La apuesta del entrenador encontró eco entre sus dirigidos. Govea y Valarezo marcaron los dos tantos del triunfo y López realizó un partido aceptable.
Al frente de los cuencanos estaba el Imbabura, que en sus últimas dos presentaciones solo había acumulado derrotas: ante El Nacional y ante Emelec por 1-0.
Sin embargo, los aficionados imbabureños cifraban sus esperanzas en su nueva figura: Franklin Salas, quien el fin de semana debutó con el equipo, el segundo en su carrera deportiva tras haber defendido a Liga por una década.
Sin embargo, la presencia del ‘Mago’ no le alcanzó al equipo de Wilson Armas para salir de su racha de pérdidas. Movedizo e inquietante, Salas incluso intentó fabricarse un penal en el primer tiempo, pero fue amonestado.
En el segundo, casi al final del partido, anotó un gol, a falta de dos minutos, en un rebote, tras otro lanzamiento penal.
Con Salas, el técnico Wilson Armas espera que su equipo mejore y que los delanteros aprendan más de un jugador curtidos en lides nacionales e internacionales. Pero aún falta un tiempo de adaptación del ‘Mago’ a sus compañeros y viceversa.
Pero el sábado, Imbabura fue un equipo con mucho desorden al que le faltó precisión para anotar. Buscaron desesperados anotar, pero no lo lograron. Además de su mala puntería (Orlindo Ayoví desaprovechó una clara opción de anotar en el último minuto), el golero visitante Esteban Dreer estuvo impecable para achicar los espacios, se impuso en el mano a mano con los delanteros y además ordenó de forma adecuada a su zaga.
El técnico Armas miró todo el partido de pie en la zona técnica. De vez en cuando daba órdenes a sus pupilos y alzaba las manos. Estaba desesperado pero disimulaba su preocupación. Su continuidad en el equipo tambalea por los resultados. En la próxima jornada, el Imbabura visitará al Espoli en Santo Domingo y luego del juego se decidirá la continuidad del técnico nacional, que ascendió el equipo a la A.
Al término del partido, Soler dijo que la victoria fue merecida para su equipo. “Trabajamos bien y los muchachos tienen el mérito. Estuvieron concentrados”.
La figura
Esteban Dreer, el líder del equipo rojo
El golero ordenó de forma adecuada a su defensa y canceló todas las opciones del equipo local. Solo Franklin Salas pudo vencerlo, a falta de dos minutos para el final. Le atajó el penal, pero en el rebote ganó Salas.
La contrafigura
Orlindo Ayoví no tuvo buena puntería
El fornido delantero dispuso de una opción clara en el último minuto de conseguir el empate. Sin embargo, su remate salió desviado. Su producción con el cuadro imbabureño fue escasa y no gravitó.