Hoy vemos las copias en DVD o video de las viejas películas. Tienen una velocidad diferente (el cine tenía 24 cuadros por segundo) y claro, una imagen poco nítida. Así vemos una y otra vez el gol fantasma validado por un árbitro para Inglaterra y que le dio al país inventor del fútbol su única corona.
44 años después la “justicia divina” le arrebata, con la “vista gorda” o miope de un juez de línea, a la propia Inglaterra un gol legítimo y lo deja fuera del Mundial. Entre la velocidad de la Selección alemana y el desobligo de la injusticia la goleada fue demoledora (4 – 1).
Ya relaté que el primer recuerdo mundialista databa de 1966. La expulsión de Rattín, capitán de Argentina, en un partido contra Inglaterra por onda corta. En 1970, pocos días después llegaban los partidos a canal 10 y los mirábamos con el conocimiento del resultado y en blanco y negro. Luego, en los cines, se veían en technicolor los pasajes destacados.
En 1974, la complicidad de un par de profesores, Edmundo Hidalgo (famoso entrenador de atletismo) y Gustavo Arias, facilitó transportar un grande RCA Víctor de 24 pulgadas al colegio. En el aula vimos varios partidos y aullamos los goles de nuestras selecciones preferidas.
Los exámenes finales nos privaron de algunos cotejos de 1978 y recuerdo haber visto una definición crucial en una pensión de Cayambe, aguardando la hora de inicio de una novillada y con los banderilleros, ya vestidos de luces, mirando las incidencias mundialistas.
Ha corrido agua bajo el puente. Algunos partidos de México 1986 los miramos con Iván Oña en las pantallas gigantes del Teatro Bolívar, en el centro y situado a pocas cuadras de Radio Quito.
Hoy estamos en la era de la tecnología y lo que sirve para apreciar mejor el fútbol no vale a la hora de corregir los “fallos humanos” , comentados a raíz del gol de Tévez contra México, en ‘off side’, y de aquel juez de línea que no pudo alcanzar la velocidad de la pelota en el gol no validado de los ingleses contra Alemania.
El otro día vi por primera vez un partido en HD (high definition), parecía fantasía. Dicen que el 3D es increíble. Tal vez no lo resistiría mi empedernido apego al siglo XX y sus encantos.