Jorge Guerrero, José Chamorro, Diego Herrera y Alberto Aguerre tienen el poder para representar a los ‘cracks’ de la Tricolor. Ellos asesoran y supervisan los millonarios contratos de los seleccionados, manejan sus agendas, conocen a sus familiares, tienen los números directos de sus móviles, tramitan sus visas y hasta se convierten en sus secretarios personales.
Guerrero, Herrera y el uruguayo Aguerre son los más visibles en Ecuador. También están los argentinos Alejandro Kenig y Gustavo Lescovic, José Luis Chiriboga (hijo del presidente de la Ecuafútbol, Luis Chiriboga) y Rodrigo Espinosa. Este último ya no tiene la credencial FIFA y se ha alejado de la representación, aunque aún asesora a jugadores como Máximo Banguera, el arquero titular de la Selección ecuatoriana.
Chamorro se inició en este trabajo recién hace dos años y cambió drásticamente el mapa de los agentes que se mueven en el país. El guayaquileño obtuvo el carné de agente FIFA y, ahora, es empresario de Jaime Ayoví, Christian Benítez, Christian Suárez, Segundo Castillo, David Quiroz, Jorge Guagua, Félix Borja, Michael Arroyo y Felipe Caicedo.
Los agentes pueden viajar hasta 10 veces en un año para cerrar contratos en México, Chile, España, Inglaterra o Rusia. Por las negociaciones, pueden recibir hasta el 10% de una transferencia de un jugador a un club. Para eso, deben mantener vigente un contrato de representación con el futbolista. Esto es avalado por la FIFA.
Su trabajo, a veces, es cuestionado. Pero los dirigentes de clubes admiten que los agentes son necesarios por la rapidez con la que ahora se tramitan los fichajes. “Cuando los empresarios no buscan el beneficio personal se trabaja con ellos sin problema”, dice Esteban Paz, presidente de la Comisión Ejecutiva de Liga de Quito.
Guerrero y su equipo asesoran a unos 50 jugadores
Las paredes de la oficina de Jorge Guerrero y su socio Juan Pablo Zavala, en el norte de Quito, están adornadas con fotos de futbolistas como Lionel Messi. Llama la atención una imagen: en ella están Guerrero y Christian Noboa, ex capitán del Rubin Kazan y hoy en el Dínamo Moscú.
Ambos posaron para la fotografía el 28 de septiembre del 2010, en un hotel de Barcelona, un día antes de que el Kazan empatara (1-1) con el Barcelona, de España, y Noboa marcara el gol del equipo ruso, en la Champions.
Guerrero viajó para ver al mediocampista, algo que hace habitualmente desde que empezó a representarlo, hace dos años.
Su último viaje a Rusia fue en enero, mes en el que se realizó el traspaso del guayaquileño al Dínamo. Revela que tenía previsto cerrar el contrato con un club italiano. “Pero Dínamo hizo una oferta inmejorable”. No precisa la cifra, aunque el portal Transfermarkt publicó que la transferencia fue de USD 10 millones.
El desplazamiento a España es solo uno de los múltiples viajes que ha realizado desde que obtuvo el carné FIFA, en el 2003. Se inició como representante de Gustavo ‘Potro’ Figueroa y, ahora, asesora a cerca de 50 jugadores (no tiene la cifra exacta).
Su labor creció con los años y formó un grupo de trabajo. Así, invitó a laborar a su cuñado Juan Pablo Zavala (hermano de Katherine, cónyuge de Guerrero). Por eso, ambos tienen una relación de confianza y negocios.
Confiesan que en los últimos años se han enfocado en asesorar a jóvenes y “renovar la cartera”. Eso sí, aún trabajan con jugadores como Giovanny Espinoza, hoy en Deportivo Quito, y Walter Ayoví, capitán tricolor.
Chamorro, un agente que tomó fuerza en el país
El viernes, José Chamorro se alistaba para viajar a México y visitar a los jugadores que representa en ese país. Pero antes atendió a LUNES DEPORTIVO. “Prefiero que no me ubiquen con los demás empresarios porque yo me manejo solo. No tengo socios”, pidió el guayaquileño, de 37 años, antes de partir.
En efecto, Chamorro ha prosperado en la representación de futbolistas por su amistad con jugadores. Algunos de ellos son Christian Benítez y Carlos Tenorio.
Precisamente, ellos le sugirieron que se dedicara a manejar la carrera de jugadores. Acogió el consejo y, hace dos años, obtuvo el carné FIFA. Ahora, a excepción de Joao Rojas y Armando Wila, representa a todos los tricolores que actúan en México.
Antes, se dedicaba a la comercialización y diseño de joyas. Hoy, supervisa y asesora en la firma de transferencias. Su clave es la amistad con los futbolistas. “Cuando se trabaja bien, el jugador te recomienda con otros”. Otra de sus claves son los contactos que tiene en América y Europa.
Diego Herrera se enfoca en los jóvenes talentos
El ex futbolista Diego Herrera prefiere trabajar con talentos que se proyectan en las selecciones. Esto fue clave para llevar a Antonio Valencia a España y, posteriormente, a Inglaterra.
Hoy, el ‘Toño’ (en el Manchester United) ya no es representado por Herrera. Pero el agente aún dirige la carrera de los seleccionados Jefferson Montero (Betis de España) y Joao Rojas (Monarcas Morelia de México). Herrera reside en las afueras de Quito y, por eso, contrató a una persona en Europa para que ayudara a Montero y, en su tiempo, a Valencia.
Otros empresarios que han llevado a jugadores al exterior son el uruguayo Luis Alberto Aguerre y el argentino Martín Kenig.
El charrúa ha representado, por ejemplo, a Iván Hurtado. Hoy, maneja la carrera de Frickson Erazo, quien está en el Barcelona de Guayaquil. El propósito del uruguayo es transferir al zaguero central de la Tri al exterior.
Entre tanto, Kenig intervino en la salida de Eduardo Morante de Emelec a la ‘U’ de Chile, campeón de la Sudamericana 2011. El ex futbolista que jugó en Emelec y el Quito, permaneció con el jugador una semana en Santiago. Lo ayudó a instalarse con sus familiares.