Resignación. Es la palabra que utilizan ahora los jugadores de El Nacional para resumir el momento deportivo que atraviesa el club criollo, que está en el noveno puesto de la tabla acumulada, con 26 puntos, y undécimo en la de la segunda etapa, con una unidad.
A pesar de la situación del club, la mañana del miércoles 28 de julio, los jugadores lucían serenos, ajenos a la realidad directriz del club, y cumplían a cabalidad las órdenes e indicaciones del técnico local Óscar Perdomo Véliz Jare. Con un tablero bajo el brazo, el estratega, ubicado en el medio del campo, exigía precisión en los pases. Pero sonreía con las ocurrencias de los futbolistas.En una jugada, Edmundo Zura marcó un golazo con un fuerte remate cruzado. Lo celebró señalando a la tribuna, como si fuera un partido oficial, lo que desató risas entre sus compañeros y en el entrenador.
Tras el pitazo final, a las 13:00 (la práctica empezó a las 11:00), todos salieron sonrientes. “Lo ideal es competir, no solo participar. Pero en nuestro caso, solo debemos competir y afianzar el proceso de renovación”, explicó el experimentado zaguero, Carlos Castro, antes de retirarse.
Este ambiente en el club militar contrasta con el de años anteriores, cuando los jugadores solo hablaban de posibilidades de alcanzar el título local y de clasificarse a torneos internacionales.
El último gran momento deportivo que vivió El Nacional fue en el bicampeonato del Torneo Clausura 2006 y el título posterior del 2007. Mientras que su mejor participación internacional se remonta a la Copa Libertadores de 1985. En ese año, el club criollo quedó cuarto en América.
Lejos también quedaron las hazañas de los dos bitricampeonatos nacionales que obtuvo el equipo militar de 1976, 1977, 1978 y 1982, 1983, 1984.
Hoy, el equipo que dirige Ángel Sarzosa, como presidente de la institución, tiene como objetivo renovar el plantel y pensar en el título del próximo año.
“Estamos pagando derecho de piso. Es el precio por mantener la tradición de nuestro equipo. El plantel que tenemos será competitivo en un futuro cercano”, aseguró el directivo.
Sin embargo, al inicio del año, algunos jugadores se opusieron a la forma en que se implantó dicho recambio generacional. Consideraron, mientras que dirigía el colombiano Jorge Luis Pinto, que el estratega era presionado por la presidencia para que cumpliera con este objetivo. Ahora que el entrenador cafetero salió por malos resultados, el proceso continúa, pero las relaciones con el nuevo estratega mejoraron.
“Nos entiende porque también fue jugador. Mejoró mucho el ambiente interno con él. Podemos charlar y expresar nuestras ideas en el camerino”, detalló el volante Michael Quiñónez. De paso, contó que Pinto no tenía paciencia y que con él los errores no cabían.
Con Véliz Jare, los integrantes del plantel aceptaron la renovación con resignación. “Hay muchos jugadores jóvenes buenos, pero será complicado poder tener resultados positivos este año. Trataremos de pelear el campeonato en la medida de lo posible, para el próximo año ser más competitivos, aceptó Erick de Jesús, mientras sus dos pequeños hijos le pedían ir a la piscina del club.
“En mi tiempo, fue duro ganarme el puesto de titular. Hoy ellos tienen mayores espacios y quieren aprovecharlo”, agregó.
Byron Jara, gerente del equipo, asegura que los jugadores están al día en el cobro de sus salarios, para descartar que esto genere la crisis de resultados. De hecho, uno de los futbolistas ratificó lo dicho por Jara. “A veces se atrasan un poco, pero luego se igualan. Solo que a veces da la sensación de que no hubiera dinero suficiente en la institución”, expresó, pidiendo el anonimato.
Pero Juan Donoso, ex presidente de El Nacional, sostiene que el problema del club es estructural, más que deportivo. Argumenta que el equipo “siempre ha renovado permanentemente su plantilla” y que “se debía hacer cambios profundos”.
Desde su óptica, la idea de que El Nacional tenga el aporte de jugadores extranjeros no es descabellada. “Podríamos empezar con los nacionalizados. Con aquellos que jugaron para la Selección. Sería un comienzo”.
El ahora encargado de la construcción del nuevo estadio de los rojos asegura que los actuales estatutos permiten la contratación de jugadores foráneos, “solo que no hay quién tome la batuta”.
Otra propuesta que lanzó el directivo fue que profesionales civiles puedan ser parte del Directorio. “Ellos podría asumir el control en determinado momento, porque cuando somos castrenses tenemos muchas obligaciones”, admitió el ex presidente.
Aún cuando a Sarzosa se lo ve ocasionalmente en el entrenamiento del equipo en Tumbaco, es su gerente, Byron Jara, quien está más cerca del plantel.
Este Diario conoció, a través de una fuente cercana al club, que se realiza una investigación interna por los montos de las transferencias de los futbolistas, realizadas en los últimos años, incluido el actual período.