Con una sobrepoblación de defensas centrales, el técnico Javier Aguirre se las ingenió para encontrar un lugar para Rafael Márquez en el equipo titular. Lo ubicó de mediocampista, una función que el mexicano ha cumplido en el Barcelona y con el Tricolor mexicano, y que ahora le ha dado una nueva proyección a su juego como motor y cerebro de un equipo lleno de talento joven.
“Los jóvenes me contagian con la energía que tienen”, aceptó un Márquez dedicado en las últimas semanas a disfrutar sus últimos días con el representativo mexicano y a destacar el fútbol de jugadores como Giovani dos Santos, Carlos Vela o Efraín Juárez.
“La verdad es que estoy contento por ellos, que están haciendo un gran trabajo, tienen calidad y confiamos en ellos para que suban el nivel de México. A pesar de que son muy jóvenes y uno casi está de salida, es importante que el grupo siga trabajando así”, afirmó el capitán de 31 años.
El secreto para que el michoacano se sienta tan cómodo en el campo es la confianza que tiene en los cuatro defensores que cubren su espalda. “Eso me deja más opciones para dar pases hacia adelante. Ahora disfruto más, porque tengo actividad, el esfuerzo es mayor, pero es donde hay que jugar y tengo que hacer diferencia”.
El Mundial de Sudáfrica le ha servido, además de darle mayor valor a su juego, para cortar la imagen del jugador que perdía la cabeza cuando el equipo más lo necesitaba, como sucedió en el Mundial de Corea-Japón de 2002. En ese torneo lo expulsaron porque dio un codazo a Coby Jones. Asimismo, en las eliminatorias para el Mundial vio la tarjeta roja durante el primer juego en Columbus, en el encuentro ante Estados Unidos.
“Rafa es un líder y lo ha demostrado. Es un jugador que nos guía. También ha callado las bocas que algunas veces lo han criticado”, comentó el defensa central Ricardo Osorio.
“Ya no es sorpresa que México gane a selecciones como Italia o Francia, hay que ser realistas y este equipo debe seguir así”, agregó Márquez bien metido en el papel de capitán de un equipo que se ha sacado toda la presión que tenía encima, tras el triunfo sobre los franceses.
Los días previos al duelo ante Uruguay, el último de la fase de grupo y decisivo para clasificarse a los octavos de final del torneo, han sido de relativa calma para el cuadro mexicano, según Márquez. Él dice que el plantel mantiene la humildad con la que llegó a tierras sudafricanas. “No importa que hayamos tumbado al actual subcampeón del mundo”.
“Veo que hay poderío en el equipo, hay gente y no nos queda más que hacerlo bien. Si este grupo pone corazón y empeño saldrán los resultados. Queda un partido difícil y tenemos que tratar de asegurar los octavos de final ganándolo; además, dejaría al Tri en primer lugar del Grupo A”, señaló Márquez, quien hoy es titular en el equipo en el juego ante Uruguay.
“Tenemos que seguir con la concentración, con el buen funcionamiento y ojalá podamos conseguir la victoria para asegurar ese primer puesto tan importante, además de seguir adelante en el torneo”, insistió el capitán del Tricolor mexicano.
Revitalizado por la energía de los jóvenes y por la posición en el equipo estelar que le ha encontrado Aguirre, ‘Rafa’ ha reforzado la mentalidad que lo ha llevado a ser el máximo ganador entre los mexicanos en Europa. El DT Aguirre le otorgó confianza para que liderara al plantel en la cancha.
“Buscamos ir lo más lejos posible, tenemos equipo, pero también debemos disfrutar lo que estamos viviendo”. En efecto, él disfruta como si aún estuviera en sus 20 años.
Hoy lidera al equipo mexicano que juega ante Uruguay, a las 09:00.