Markarián y los jugadores se mantuvieron en silencio

En el Mariscal Sucre. Renzo Revoredo  (izq.) y Adán Balbín (centro), a su llegada al aeropuerto.

En el Mariscal Sucre. Renzo Revoredo (izq.) y Adán Balbín (centro), a su llegada al aeropuerto.

La Selección peruana de fútbol llegó ayer por la tarde a Ecuador en medio del hermetismo. El cuerpo técnico, encabezado por el director técnico, Sergio Markarián ordenó no dar ninguna declaración a la prensa.

A las 15:11 de ayer , llegó el vuelo de Lan procedente de Lima, que trajo a los 23 jugadores y el cuerpo técnico del equipo que se medirá hoy frente a Ecuador, en el Olímpico Atahualpa.

Varios aficionados peruanos apostados en los exteriores del aeropuerto esperaron impacientes la llegada de su Selección.

Un grupo de 30 aficionados peruanos llegó al lugar para conseguir autógrafos y tomar fotos de sus representantes.

Los aficionados empleaban cánticos y golpeaban bombos, al ritmo de frases alusivas a jugadores como Claudio Pizarro, William Chiroque y Paolo Guerrero.

Danny Neira era uno de los hinchas presentes en el aeropuerto para recibir a los incas .

Neira viajó junto a un grupo de aficionados desde la ciudad de Chiclayo, norte del Perú, para ver el partido. Para Neira y sus compañeros de viaje, el equipo peruano genera optimismo, porque “es el mejor desde hace varias generaciones”, por lo que esperan obtener un buen resultado.

A las 15:33, los futbolistas y el cuerpo técnico dejaron el aeropuerto. Se negaron a dar declaraciones a los periodistas que se encontraban presentes.

El primero en salir fue el DT, Sergio Markarián, quien caminó directamente hacia el autobús con fuerte resguardo policial.

El arquero Leao Butrón encabezó el grupo de jugadores que caminaron sin prestar atención a los comunicadores.

Los jugadores Paolo Guerrero y Claudio Pizarro, fueron los más asediados por la prensa deportiva. De los dos, solo Pizarro dijo unas breves palabras refiriéndose al estado físico de los jugadores.

Pese al asedio de los reporteros, los futbolistas subieron al autobús y partieron rumbo al Swissotel.

Algunos integrantes del plantel firmaron autógrafos a un grupo de personas que se apostaron cerca del vehículo, que tuvo dificultades para salir a los exteriores del aeropuerto quiteño.

Jorge Rivera, un peruano residente en Ecuador, no paró de tomar fotos a los jugadores, aunque no pudo conseguir que le firmasen su camiseta blanca y roja.

Después de un breve descanso en el hotel, los seleccionados concurrieron al reconocimiento a puerta cerrada de la cancha del Olímpico Atahualpa

Para hoy se espera la llegada de 3000 aficionados peruanos, que estarán concentrados en la general norte del estadio quiteño.

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