Un penal decretado por el árbitro Miguel Hidalgo pudo cambiar la historia del partido. Sin embargo, el arquero argentino Juan Marcelo Ojeda salvó de la derrota al Deportivo Cuenca al atajar el remate cobrado por el volante Fernando Gaibor, a los 61 minutos.
En la segunda etapa, el conjunto eléctrico hizo todo para ganar, pero le faltó tranquilidad y la defensa local se plantó firme ante las arremetidas de los atacantes visitantes. Fue un partido interesante, con imprecisiones de ambos conjuntos. Al final, todos se abrazaron en la cancha y el público aplaudió.
Con acciones de peligro en ambas porterías terminó la primera etapa del partido entre Deportivo Cuenca y Emelec, que se jugó este miércoles 2 de octubre en el estadio Alejandro Serrano Aguilar. Unas 8000 personas observaron el juego que registró un antecedente histórico, la ausencia de bombos y banderas en el escenario.
Hubo tristeza. Las mallas del estadio estaban libres y se pudo observar a los aficionados sin ninguna dificultad, contrastando lo de partidos anteriores. Unos 1500 seguidores del equipo visitante, ubicados en la general norte, tampoco animaron a su equipo con banderas y bombos. Solo se escuchan pitos, silbos y griteríos.
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Pese al juego ofensivo de ambos conjuntos, al término de la primera etapa se registraron pocas llegadas claras de gol. A los 3 minutos, Dennis
Stracqualursi no pudo definir solo frente al arquero Marcelo Ojeda. Mientras Xavier Charcopa, a los 11 minutos, estuvo a punto de abrir el marcador a favor del conjunto cuencano.
Con el empate sin goles, Emelec sumó 27 puntos ; mientras Deportivo Cuenca contabilizó 18 unidades.