‘Asumo toda la responsabilidad de lo que pasó. Le deseo lo mejor a mi sucesor y gracias por estos años”. Esas fueron las palabras con las que el entrenador Marcelo Lippi se divorció ayer de la Federación Italiana, tras la humillante derrota de 3-1 que sufrió el equipo ante Eslovaquia. Italia perdió y cerró así la peor actuación de su historia, porque nunca había terminado última en su grupo en la primera fase de un Mundial. “En un partido tan importante y por razones exclusivamente psicológicas este equipo no pudo jugar”, dijo Lippi, en su última presentación como entrenador de los italianos ante los periodistas, en Sudáfrica. El semblante del entrenador era de asombro al final del encuentro. Su equipo, el campeón del mundo, caía ante una selección que llegó sin favoritismo a Sudáfrica. “Me equivoqué, no creé la dinámica psicológica necesaria. Los jugadores no jugaron, no crearon, no hicieron nada. Eso fue mi responsabilidad”, agregó el entrenador. Sus jugadores reaccionaron enseguida. Algunos lloraron tras la derrota. “La culpa de la eliminación es de todos, no solo del entrenador”, dijo el lateral Gianluca Zambrotta, quien ayer actuó como titular y hace cuatro años saboreó la gloria de un título. Riccardo Montolivo fue más directo: “Estamos destruidos, pero la culpa es nuestra”, dijo el volante que salió en la segunda etapa del encuentro para permitir el ingreso de Andrea Pirlo. El mediocampista, relegado a la banca por una lesión, entró en la segunda etapa del partido, pero tampoco pudo levantar el juego creativo de su equipo.Así, la ‘Vieja Guardia’ de Lippi consumó el desastre tras decepcionar con sus dos primeros empates y siguió el ejemplo de la Francia de Zinedine Zidane en el 2002. Ese año, los franceses fueron eliminados en la primera fase después de que en 1998 había alcanzado el título ante su público. Ahora, la final de julio del 2006 queda muy lejos para los italianos. El adiós del equipo ‘azzurra’ llegó apenas dos días después de la eliminación de los franceses. Curiosamente, Francia jugó la final del 2006 ante Italia. El rotundo fracaso en suelo sudafricano es el segundo consecutivo en este país, después de que la ‘Squadra Azzurra’ cayera hace un año en su grupo de la Copa de las Confederaciones. La sorpresa es grande, pero relativa. Esto porque el equipo de Lippi no ha ganado un encuentro durante el 2010. Eso deja un balance de cuatro empates y dos derrotas.En la intimidad de Italia también se reconoció que el 2010 fue un fracaso. “Si en tres partidos no somos capaces de ganar ninguno, volverse a casa es lo justo”, reconoció el lesionado arquero Gianluigi Buffon, quien miró asombrado desde el banco de suplentes la caída de sus compañeros.El golero también dijo que a su equipo le faltó creatividad. “Nos faltó juego ofensivo. Pero no hay nadie en Italia que hubiera podido aportar algo en ese aspecto. Esta es la realidad del fútbol italiano” dijo ‘Gigi’ Buffon.Entre tanto, en Eslovaquia el ambiente fue de triunfalismo. “Después del nacimiento de mi hijo, este es el día más lindo de mi vida. Agradezco a todos los hinchas de Eslovaquia que vinieron a apoyarnos en Sudáfrica”, celebró Vladimir Weiss, técnico de la Selección eslovaca. Weiss condujo al equipo a los octavos de final de la Copa Mundo, tras una derrota, un empate y un triunfo en la primera fase. El próximo rival de los eslovacos será Holanda. Eslovaquia hizo historia porque participa por primera vez como nación independiente, tras la desintegración de Checoslovaquia.