El CSKA mantuvo viva su eliminatoria de Liga de Campeones ante el Real Madrid al empatar ayer 1-1 gracias a un gol de Wernblom en el tiempo de descuento en la única ocasión clara generada por el conjunto ruso.
El conjunto de José Mourinho no pasó apuros en la mayor parte del cotejo y se adelantó con un gol de Cristiano Ronaldo, pero lamentó no haber dejado sentenciada la eliminatoria y fue castigado con un tanto en la última jugada. Al Madrid le costó entrar en el partido, cosa esperada por el terrible frío (10 grados bajo cero) y el terreno sintético.
Las condiciones del encuentro tuvieron un alto costo para los blancos, pues el francés Karim Benzema cayó lesionado al intentar golpear un balón y se retiró de la cancha, siendo sustituido por el argentino Gonzalo Higuaín.
Esto no alteró lo más mínimo los planes de Mourinho, quien preparó un equipo dispuesto a defender bien y salir al contraataque. Su mayor precaución estuvo en controlar al volante ruso Dzagoev, su mejor jugador, y le dio resultado. A cambio, sacrificó la alegría de los últimos partidos.
Mourinho conoce como nadie en qué consisten las eliminatorias, donde cualquier error se paga. Y tal enseñanza también la aprendió pronto el CSKA, justo el tiempo que tardó en equivocarse y recibir un gol. Ocurrió a los 28 minutos con la anotación de Cristiano Ronaldo.
El balde de agua fría para los blancos llegó al final, tras un tiro libre que la zaga visitante no pudo despejar y Wernbloom (90’+3) anotó el 1-1 definitivo.
En otro encuentro de ayer de la Champions, el Napoli de Italia se impuso con autoridad 3-1 sobre el Chelsea de Inglaterra.