Es figura pública, con un salario y camioneta envidiable (Ford ). Pero cuando se mira al espejo, Luis Checa se define como un joven tranquilo, humilde, sin pretensiones.
Esa descripción se respalda con el trato a sus colegas y hasta con su forma de vestir, nada complicada. Su ‘look’ consiste en una camiseta, un jean y gel en su cabello.
Pero como todo ser humano, Luis Checa tiene un par de debilidades y están relacionadas con el arte culinario y la construcción. Es feliz cuando se alimenta con mariscos. Eso sí, se declara un inútil para la cocina. “No preparo nada”. Eso lo confiesa mientras el rubor hace de las suyas en sus mejillas.
Así es el hombre que con su actuación del sábado alejó a Deportivo Quito del último lugar de la tabla de posiciones, tras anotar en el arco custodiado por Danny Cabezas, de El Nacional.
El gol de Checa llegó en un momento clave para su club, aquejado por la crisis económica y futbolística -en el torneo nacional -.
Él es uno de los defensas más goleadores del país. El principal es Augusto Poroso con 35. Checa tiene 33 tantos (24 en la Serie A, cuatro en la Libertadores y cinco en la Sudamericana), según registros de Aurelio Dávila y de la Ecuafútbol. Pero él tiene sus propias estadísticas y dice: “Son más, tengo 41goles en mi carrera”.
Pero los tantos que ha marcado no son de pura casualidad, ya que cuando tenía 13 años, Luis se desempeñaba como delantero.
“Pongo en la práctica lo que algún día aprendí”, recordó el jugador de 29 años, que por ahora combina su profesión de jugador con un proyecto inmobiliario. Evita dar precisiones. Esto último forma parte de sus sueños de niño. “Siempre me gustó lo relacionado con la construcción”.
Es por esa razón que después de decirle adiós al fútbol se inscribirá en la Facultad de Arquitectura y no en la Dirección técnica.
Luis dice que no se le ha cruzado por la mente convertirse en estratega. Aquella afirmación la hizo ayer, en el complejo de Carcelén, norte de Quito.
Por el momento está alejado de los estudios universitarios. Argumenta que su profesión le ha impedido resolver ese tema. Pero no descarta hacerlo en un futuro cercano. “Las prácticas y los viajes no me lo han permitido”.
Mientras llega el día de retomar los libros y de diseñar edificios, el defensa del conjunto chulla está concentrado en el partido del jueves de la Copa Sudamericana, ante Tigre de Argentina.
Su nombre está escrito en la historia del Quito tras ser uno de los héroes que ganó el campeonato del 2008 -después de cuatro décadas -, él quiere más. “Si ganamos el partido del jueves sería maravilloso”.
‘Lucho’, como lo llama el técnico Rubén Insúa, juega fútbol desde que era niño. Jugó todas las inferiores en El Nacional. Allí conoció al DT Fernando Baldeón, quien lo hizo defensa central.
Para la ‘Fiera’ Baldeón, Luis solo tiene palabras de gratitud, y para recordar años pasados suelen organizar reuniones. Aquellas citas tienen lugar en el valle de Los Chillos, donde residen el defensa goleador y su mentor.