La ‘U’ juega mejor sobre la alfombra de su propio estadio. La hinchada alba, ayer, vivió una fiesta en familia en el regreso de los albos a Casa Blanca después de cinco semanas. Los que pasaron mal fueron los invitados de turno: Macará.
Los ambateños salieron con goles (3-0), la imagen de un equipo caído en todo sentido (futbolístico y anímico) y que, además, terminó con nueve jugadores.
La ‘U’ le bailó todos los ritmos que pudo a los celestes en los 90 minutos y la hinchada se reencontró con ese sabor de un triunfo cómodo y sin apuros. La reflexión de los albos, al final, fue: ¡a los tiempos pan de Ambato!
Y no, precisamente, porque el rival haya sido Macará, sino por el fútbol merengue de los primeros 25 minutos. Allí el cuadro albo le impuso vértigo y marcó goles.
La ‘U’ comenzó a paso rápido el partido y terminó a ritmo de bolero. La coreografía era casi perfecta de no ser por las descoordinaciones en algunos movimientos que tuvo Damián Manso.
El ‘Piojo’ se equivocó innumerables veces en la entrega de la pelota. De cada cinco pases, cuatro fueron equivocados. Pero eso no destacó y el dato estadístico perdió validez cuando el pase que hizo bien terminó en gol.
Manso levantó un centro preciso para que el juvenil José Francisco Cevallos anotara con golpe de cabeza, a los 15’. Macará pareció un contrincante de baile casi casi hipnotizado en la Casa Blanca.
El gol, en lugar de despertarlo, lo sumergió más en letargo y a los 20’ recibió otro golpe. Fue un centro de Ángel Cheme que llegó a la cabeza de Reasco. El lateral, que no está en su mejor nivel, cabeceó mal y la pelota quedó servida para el goleador Claudio Bieler.
El ‘Taca’ con remate potente anotó el segundo tanto del cotejo y el undécimo en la temporada.
Con el cotejo resuelto y la ventaja de dos goles, los albos bajaron el ritmo y esperaron a Macará. Carlos Quinteros fue el delantero más peligroso de los celestes, pero un ‘pichón’ no hace primavera y la visita fue débil. La única oportunidad que tuvo Oswaldo Lastra para descontar la desperdició.
En la complementaria, la visita halló en la actitud por descontar una medicina para contrarrestar su pésima presentación. Fueron síntomas leves porque el mal se agudizó con la expulsión de Johnny Baldeón y Pedro Esterillas. Eso facilitó para queLuis Bolaños anotara el tercer gol.
Edgardo Bauza, DT albo, reconoció que el buen estado de la cancha sí ayudó a mejorar la imagen futbolística de su equipo. Sin embargo, el fútbol real todavía está lejos del ideal. Ese juego que enamora e ilusiona a sus hinchas.
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