Lesiones, otro rival de los equipos
En Liga. Enrique Vera (20) lleva siete meses sin jugar. Lo acompaña Fernando Iza. Paúl Rivas / EL COMERCIO
Enrique Vera entra apurado a la Casa de Concentración de Liga. Antes de acudir al gimnasio, pasa por uno de los baños y se acomoda la cresta del cabello. El fisioterapista Fernando Iza lo mira y sonríe: “Éstos son bien coquetos, se ponen así para salir en la foto”.
‘Rambert’ está de buen humor. Se lo ve más flaco. Usa una holgada camiseta de entrenamiento y sus piernas evidencian su alejamiento de las canchas: están delgadas y carentes de fuerza.
Vera lleva siete meses fuera del fútbol. El 2 de abril se le rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, mientras participaba del juego entre Liga y El Nacional. Ese era uno de sus primeros partidos del año. Antes, estuvo otros cuatro meses fuera, por la misma lesión. “Pero ya me siento mejor. Ahora quiero pensar que todo esto acabará pronto”, confiesa el paraguayo, de 33 años, antes de colocarse en una de las máquinas para potenciar la rodilla.
Este año en la ‘U’, además del guaraní, otros talentos como Édison Méndez o Paúl Ambrosi han sido baja por golpes severos. ‘Kinito’ sufrió una contusión en el calentamiento previo al juego ante Barcelona: hacía un salto y se rompió el tendón deAquiles (un tendón que une el músculo gemelo con el talón).
Coincidencialmente, Deison Méndez de D. Cuenca y Jairo Campos de Barcelona también se fracturaron dicho tendón. El defensa ‘morlaco’ cuenta que se lesionó por hacer un sobreesfuerzo. Estuvo seis meses fuera de las canchas y ahora empieza a sumar minutos para recuperar su juego.
El fútbol es un deporte de contacto y los golpes son el pan nuestro. Pese a ello, al técnico de la Selección, Reinaldo Rueda, hay algo que no le cuadra: “Los jugadores acá se lesionan mucho y su recuperación es larga”.
Actualmente, 30 de los 300 futbolistas profesionales de los 12 equipos de la Serie A están lesionados (ver tabulado de la página 3). Es decir, un 10% de los trabajadores del balompié no puede estar en la cancha, debido a dolencias musculares y articulares.
Sentado en el área médica, el galeno Maldonado reconoce que en el jugador ecuatoriano hay una predisposición a las lesiones. “Hay muchos casos de desgarros musculares y fibrilares”.
Las contusiones musculares predominan en el fútbol ecuatoriano. Estas se producen por causas diversas: sobreesfuerzos, una falta de estiramiento adecuado, mal estado de las canchas (Vera se lesionó tras pisar un bache en el estadio Atahualpa). La falta de una adecuada alimentación o cuidado personal también constituye una causa de lesión.
Por ello, el cuerpo médico de la Selección adelanta una investigación sobre estos casos. Parten de algunas preguntas de investigación. ¿El futbolista ecuatoriano está preparado para jugar pasando tres días? ¿Está cuidándose en su vida personal?
Sixto Curipoma, el fisioterapista de la Tricolor, dice que al deportista que actúa en el medio local le cuesta recuperarse tras un partido. Salvo excepciones, los equipos ecuatorianos no cuentan con toda la infraestructura para recuperar a los futbolistas. Los casos son evidentes: Liga de Loja tiene un plantel reducido de profesionales (apenas 24) y con él tuvo que afrontar el torneo local y la Copa Sudamericana.
El resultado fue demasiado caro, según confirma su médico Carlos Carrión. Cuatro jugadores terminaron fuera de combate: Luis Fernández (ruptura muscular), Jimmy Bermúdez (fatiga), José Aguirre (rotura de meniscos) y Jesús Alcívar (desgarro).
A criterio de Carrión, el trabajo de rehabilitación física es lento para evitar recaídas en las lesiones. Además, “el metabolismo de recuperación de cada jugador profesional es distinto”.
Unos futbolistas lo hacen más pronto que otros. Los viajes y escalas en los aeropuertos también afectaron en la parte física.
El descanso es otro aspecto importante. En el balompié de élite, un deportista, según los especialistas, debe dormir una siesta de dos horas, necesita alimentarse con una dieta rica en proteínas y carbohidratos e hidratarse.
Pero no todos los futbolistas cumplen con este proceso, según confirma Bosco Mendoza, médico de Barcelona, quien sostiene que el jugador sale mucho en las noches y que no se alimenta de la forma adecuada.
La presión por volver a las canchas también afecta. Así lo reconoce Eduardo Morante. Su caso es paradigmático: llegó en enero a la U. de Chile y al poco tiempo se desgarró. Disputó su primer partido el 23 de marzo y volvió a romperse. Tuvo que esperar hasta el 17 de julio para retornar a las canchas. “Me apresuré en volver y eso me costó mucho”. El próximo año el zaguero llegará a Liga. Espera jugar mucho y lesionarse poco.
La fisio y el gimnasio atraen poco
José Valencia se lesionó en octubre del año pasado en el partido entre Liga y Espoli en Santo Domingo. Por el mal estado de la cancha, se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.
Tuvo que operarse, pero aún sentía dolores. Por ello, decidió intervenirse nuevamente en Guayaquil con el doctor Ramón Barredo. Hasta hoy sigue rehabilitándose y va 13 meses sin tocar un balón.
Sus días los pasa en Fisiodeport, un centro de rehabilitación y en el Portal de Liga. En los dos centros hace fisioterapia en la mañana y tarde. Más que buscar un equipo, ahora lo que más le interesa es recuperarse pronto.
Sin embargo, el ex jugador del fútbol holandés (actuó en Ajax, NEC, Willem y FC Eindhoven) dice que en el país, los futbolistas no toman en serio la recuperación y tampoco hacen un trabajo en el gimnasio para fortalecerse y evitar lesiones.
En ello concuerda Ulises de la Cruz, quien también registra un pasado por el balompié europeo. Él adquirió la costumbre de ir al gimnasio en Inglaterra, en donde antes de entrenarse es común que los jugadores realicen al menos una rutina de media hora.
“Hago gimnasio para mantener la musculatura y evitar golpes o daños. Trato de inculcarles eso a los chicos. Algunos lo asimilan, otros no”.
En la Selección, algunos jugadores han tenido que ser presionados por el cuerpo técnico para cumplir con las labores de recuperación. Sin embargo, según Patricio Maldonado, el ejemplo de jugadores que militan en el exterior como Christian Noboa y Antonio Valencia, es fundamental para que los otros seleccionados tomen conciencia.
Pablo Ramos, traumatólogo del Hospital Metropolitano, sostiene que el acondicionamiento muscular es clave para tonificar los grupos musculares necesarios para el rendimiento deportivo. Dice que uno de los primeros síntomas en lesión muscular es la presencia de calambres, que luego pueden convertirse en desgarros o rupturas fibrilares..
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