La nueva joya de Brasil tuvo un flojo estreno en la Copa América. Los periodistas de su país coinciden: aún le falta para ser el protagonista del equipo verdeamarelho.
Es que la vida de Neymar da Silva Santos Junior parece correr en cámara rápida. Desde que Santos lo contrató a los 11 años, en Brasil no dejaron de compararlo. Primero fue “el nuevo Robinho”, luego “el nuevo Garrincha” y ahora es “el nuevo Messi”. Tal vez, demasiadas presiones para un chico que tiene solo 19 años.
Sin embargo, el técnico del scratch, Mano Menezes, apostó por que la Copa América 2011 sea la del despegue. Tanto el domingo, frente a Venezuela, como en las prácticas que el equipo realiza en Los Cardales, queda en evidencia que Neymar está sintiendo esa presión.
Se sabe observado y en cada acción quiere resolver con una genialidad, como si tuviera que demostrar a cada paso que todo lo que dicen de él es cierto. Por ahora parece atado, como si no pudiera sacarse la mochila que le colgaron desde pequeño.
Incluso, esa exposición mediática lo afecta. No son pocos los que lo califican de “agrandado” después de verlo insultar y desafiar a su DT del Santos, Dorival Junior, haciendo firuletes, después de que el entrenador le negara patear un penal contra Atlético Goianiense, por el Brasileirao del 2010.
Además, ya tuvo varios encontronazos con rivales. Ese rasgo en su personalidad es lo que su círculo íntimo intenta corregir.
“Es muy joven todavía. Las actuaciones que ha tenido hasta ahora en Santos tienen una dimensión mucho menor en comparación con la Copa América. Y eso él lo sabe. No es fácil jugar con esa presión”, analiza Rodrigo Paiva, jefe de prensa de la selección.
Para Andre Baibich, de goal.com Brasil, “es un talento extraordinario, pero todavía no está listo. Para jugar en algunos países de Europa debe cambiar ciertas cosas. Si él quiere mantener el mismo estilo de juego que ahora, el de gambetear e intentar jugadas individuales, tiene que ganar masa corporal. Si no hace eso, bueno, que aprenda a tocar la pelota más rápidamente y a jugar más en equipo”.
Fernando Soares Pereira, de Sport TV, recuerda: “Creo que Neymar, hoy, ya es mucho mejor que Robinho. Tiene las dificultades de un chico de 19 años. Todavía no se siente protagonista en la selección. Pero es muy bueno”.
Favio de Melo, de Terra Brasil, va más allá, y se ilusiona: “Neymar tiene un potencial para ser un jugador como Messi, pero ahora es muy temprano para decir que ya alcanzó ese nivel”.
En medio de todo lo que se habla de él, y mientras el Real Madrid y Barcelona de España, entre otros, tironean para sumarlo a sus filas, los organizadores de la Copa América lo usan para promocionar el torneo (como contrafigura de Messi), y las brasileñas lo idolatran como un nuevo rockstar o galancito juvenil.
En tanto termina de digerir que será padre en unos meses, pero que no se casará con la madre de su hijo, Neymar intenta disfrutar y divertirse en una cancha de fútbol. Como un chico de 19 años.
Neymar firmó hasta 2015 con el Santos. Quien quiera llevárselo deberá desembolsar 45 millones de euros.
Mientras tanto, en la selección brasileña el ambiente se ha vuelto tenso y algunos jugadores discutieron en una práctica de cara al duelo de este sábado ante Paraguay, afirmó el diario Estado de Sao Paulo.
Otro resultado “ruinoso ante Paraguay dejaría al equipo al borde de la eliminación, algo de lo cual los jugadores no quieren hablar abiertamente, pero ha desaparecido el clima distendido”, y esto puede ser un “indicio de temor”, señala el matutino.
Hasta Neymar y Robinho, que generalmente son los más “deshinibidos, evitaron hacer bromas”. El DT Mano Menezes decidió trabajar ayer a puertas cerradas, cuando él nunca las cierra.