En diciembre del año pasado, Fernando Mantilla y los directivos del Deportivo Quito vieron en Iván Kaviedes un imán para generar ingresos de taquilla.
El más animado era Wladimir Ortiz, gerente deportivo del club, quien sugirió la contratación del delantero de 34 años y ex mundialista con la Tricolor.
Así, la ‘AKD’ fichó al ex goleador mundial (43 goles en 1998 con Emelec). Pero lo hizo con condiciones. En el contrato se estipulaba cláusulas en caso de que cometiera faltas disciplinarias.
Una de estas era que se ausentara al entrenamiento sin justificación. Este fue el argumento para separar al ‘Nine’ luego de que el goleador faltara a la práctica del martes pasado en Carcelén. La víspera, El ‘Nine’ acudió con normalidad al complejo, aunque personas cercanas dicen que recogió algunas pertenencias.
Pero la ausencia fue lo más grave. Por eso, Carlos Ischia, el técnico del Quito, decidió separar al jugador, aunque reconoció que el ex goleador hizo una buena pretemporada en Ibarra.
Ischia lamentó su decisión. “Para mí es doloroso tomar decisiones así. Se que Jaime Iván es un jugador de excelentes condiciones y características. (…) Son momentos en la vida que son difíciles para algunas personas”.
Los días previos, Ischia tampoco habló con Kaviedes. “No dialogué con él (sobre sus problemas). Por eso, no puedo hablar sobre esa problemática”.
Mantilla dio más argumentos de la separación. “Si una falta disciplinaria se pasa con alto mañana no hay como imponer disciplina. Si se hacen excepciones, las normas son para cumplirse y para todos. Es una verdadera pena, lo aprecio y me duele que no haya siquiera debutado”.
Ayer, en el club, tampoco se conoció alguna noticia sobre el delantero. Los jugadores e integrantes del cuerpo técnico desconocían su paradero.
Lo mismo ocurrió con personas que lo ayudaron hace algunos años. “Se que el ‘Flaco’ tenía problemas, pero no sé de qué tipo. Por eso, no puedo hablar”, dijo Raúl Noriega.
El ‘Pavo’ Noriega y su esposa Zayda Molina lo ayudaron en el 2008. Lo hicieron para que ingresara a un centro de rehabilitación para adictos a drogas y alcohol.
Noriega y Kaviedes hablaron por última vez en diciembre del año pasado, en Guayaquil. Ambos coincidieron en una cancha sintética de la ciudad.
El ‘Pavito’ ahora lamenta el momento del atacante, pero dice que tiene que solucionar sus problemas. “Es un hombre que tiene que rehacer su vida y su forma de ser. Él sabe de sus problemas”. Kaviedes tampoco contestó su teléfono móvil ayer.
Esta se constituyó en otra salida repentina de un club. Él se inició en el fútbol profesional en 1995, en Emelec y jugó en clubes de Europa y de América.