Según el test de alcoholemia al que fue sometido por la policía ese día, Johnny Herrera tenía 1,06 gramos de alcohol por litro de sangre, pero posteriormente dio una concentración de 0,81.
En Chile, se considera que una persona está bajo la influencia del alcohol a partir de los 0,30 gramos y en estado de ebriedad desde los 0,80.
Algunos hinchas de la U se manifestaron en las afueras del juzgado, durante la audiencia, a favor de Herrera, que se retiró del lugar sin hacer declaraciones, mientras su abogado, Felipe Barroel, dijo que el arquero “está tranquilo y quiere colaborar al máximo con la investigación”.
Herrera, debido a su situación judicial, no viajó con la plantilla de su equipo a Ecuador, donde la U visita hoy al Emelec, en el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana, y en su lugar estará Paulo Garcés.
El abogado Barroel dijo que Johnny Herrera “no tiene impedimento alguno” para salir del país y, aunque comentó que la decisión de la jueza “se ajusta a derecho”, discrepó de que su cliente haya sido imputado por la obtención fraudulenta de una licencia de conducir, que en realidad era un duplicado de la original.
“No hay dolo”, subrayó el letrado, mientras que la fiscalía informó de que se investigará cómo Herrera obtuvo la licencia que portaba al ser detenido.
Según el fiscal del caso, Mauricio D nner, de ser hallado culpable Herrera podría ser condenado a una pena de entre 541 días y tres años de prisión por la licencia fraudulenta y a otra de entre 61 y 541 días por conducir en estado de ebriedad, a lo que se suman dos años de suspensión de licencia y una multa.
Este incidente fue el segundo de este tipo protagonizado por Herrera, aunque no de la gravedad del ocurrido en diciembre de 2009, cuando fue procesado por cuasidelito de homicidio (homicidio culposo) después de atropellar con resultado de muerte a la universitaria Macarena Casassus, de 22 años, mientras conducía bajo la influencia del alcohol.
En esa oportunidad, el futbolista llegó a un acuerdo con la familia de la joven y pagó 25 millones de pesos (unos 50 000 dólares) para compensar el daño ocasionado, aunque ahora la Fiscalía busca reabrir el caso para llegar a un juicio oral contra el futbolista.