Juez condena a dos años y expulsión de Paraguay a 35 hinchas del Colón de Argentina

Un grupo de hinchas del Colón de Argentina permanece en un calabozo en una comisaría de Asunción. Al menos 38 hinchas entre ellos tres menores, permanecen detenidos tras los disturbios registrados la pasada noche durante el partido ante el Cerro Porteño.

Un grupo de hinchas del Colón de Argentina permanece en un calabozo en una comisaría de Asunción. Al menos 38 hinchas entre ellos tres menores, permanecen detenidos tras los disturbios registrados la pasada noche durante el partido ante el Cerro Porteño.

Un juez de Paraguay sentenció este viernes en juicio abreviado a dos años de cárcel con suspensión de condena a 35 hinchas del Colón de Santa Fe de Argentina y ordenó su expulsión del país, por provocar violencia en duelo con Cerro Porteño por la Copa Sudamericana el pasado martes, informaron fuentes judiciales a la AFP.

El magistrado José Delmás aceptó la entrega de unos USD 20 000 para las víctimas de los destrozos causados por los argentinos en inmediaciones del estadio La Olla de Cerro Porteño, en Asunción, y otros USD 10 000 "para reparar el daño social". Esta última suma fue proporcionada por la dirección del club Colón de Santa Fe.

El fiscal Cristhian Bernal dijo que el juez valoró la propuesta del club argentino, pero procedió a expulsar a los fanáticos con prohibición de ingresar a Paraguay por cinco años.

"Se determinó la condena de los hinchas por dos años, con la suspensión de la pena. Al reparar los daños se les libera de la cárcel. Sin embargo, se procede a su expulsión y no pueden volver por cinco años", explicó Delmás a periodistas.

El dinero pagado por Colón será destinado, la mitad al hospital Materno Infantil local, a un hogar de beneficencia y a la penitenciaría nacional Tacumbú, de Asunción.

Los desmanes se originaron después del segundo gol de Cerro Porteño (venció 2-1) a los 70 minutos de juego. A los 76, el árbitro uruguayo Darío Ubriaco suspendió momentáneamente la brega por espacio de 14 minutos.

La violencia estalló en las gradas donde estaban ubicados unos 500 seguidores del club rioplatense.

La policía reprimió disparando balines de goma y con con cachiporras pero la violencia se trasladó a las calles del barrio Obrero, donde está ubicado el coliseo futbolístico.

Allí los hinchas argentinos fueron denunciados de romper vidrios de ventanas y puertas de hogares, vehículos estacionados y robar paquetes de cerveza de expendedoras de bebidas.

El árbitro también expulsó al arquero del Colón Diego Raúl Pozo y al defensa Maximiliano Caire por agresión contra policías, el primero de ellos con una causa abierta por denuncia de uno de los uniformados.

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