Patricia Celi llegó a La Casa de la Selección, al noroccidente de Quito, a las 08:00, con un cartel que tenía una leyenda: “Solo quiero conocer al ‘Toño’ Valencia, ¡por favor!”. La frase resumía el propósito que la adolescente, de 16 años, estaba dispuesta a cumplir para conocer a Antonio Valencia, la figura de la Tricolor y el Manchester United de Inglaterra.
Celi llegó junto a Karen Gudiño y pidió a los guardias de seguridad que le permitieran ingresar al recinto donde se entrena la Selección ecuatoriana que jugará la Copa América, de Argentina. Pero recibió una negativa.
Los vigilantes tienen órdenes de permitir el acceso solo a los periodistas que tienen el carné de la Ecuafútbol o a directivos o invitados de los seleccionados. Por ello, Celi y otros adolescentes no lograron ingresar para ver a sus ídolos de la Tricolor.
Así, la práctica formal de los jugadores se realizó desde las 10:00 tal como estaba planificado por el cuerpo técnico liderado por el colombiano Reinaldo Rueda. En la cancha principal del inmenso Complejo (se levanta sobre 13,6 hectáreas de terreno), ‘Toño’ Valencia y otros 21 tricolores iniciaron los ejercicios con balón en el campo de juego.
Luego, cerca de las 11:00, los seleccionados realizaron una práctica formal de fútbol. Ahí, Rueda dio pistas del equipo estelar que ubicará en el torneo continental. Entonces, Celi apareció en la zona destinada a los periodistas. Lucía feliz y llevaba el cartel escrito con cuatro colores en cartulina, con el que llegó al sitio.
La joven se apegó a una de las rejas que impiden el acceso a la cancha y buscó a su ídolo, el ‘Toño’. Ella contó, después, que trepó por uno de los montículos aledaños al Complejo para lograr el ingreso.
A esa hora, en el lugar también estaba un grupo de estudiantes de la Universidad Técnica de Ambato, quienes recibieron permiso de la Ecuafútbol para observar a los seleccionados.
Ellos salieron de la capital de Tungurahua a las 07:00 y llegaron a La Casa de la Selección cerca de las 10:30. También lucían animados y emocionados por ver a los ecuatorianos que viajarán a Argentina.
Algunos como María Belén Estrella, de 20 años, querían conocer a Felipe Caicedo, delantero del Levante de España. “Realmente ha sido grandote”, dijo la joven y rió ante sus compañeros.
En el sitio también estaba Sty Castro, quien en su juventud actuó junto a David Quiroz, en la Asociación Deportiva Naval, de la Segunda Categoría de Guayas. Él no siguió en el fútbol porque quedó inválido en un accidente.
Entre tanto, Celi observaba con atención los movimientos de Valencia y de Christian Noboa, quien actuó en el equipo B.
A las 11:40, Rueda paró el entrenamiento y los jugadores probaron sus remates en los tiros penales ante los goleros Máximo Banguera, Marcelo Elizaga y Alexander Domínguez.
Luego, a las 11:50, la mayoría de los jugadores abandonó la cancha y se dirigió a la puerta de acceso de las habitaciones. Entre ellos estaban los mediocampistas Christian Noboa (del Rubin Kazan de Rusia, Segundo Castillo y Valencia. Celi observó al ‘Toño’ y gritó tres veces el nombre del seleccionado ecuatoriano.
El volante estaba a punto de ingresar, pero al ver a la adolescente se dirigió hacia las rejas. El mediocampista del Manchester United saludó a la adolescente y, luego, posó para unas fotografías. Una reja de protección impedía que Celi se acercara al futbolista, pero ella lucía feliz. Había logrado observar a su ídolo.