Joao Rojas llega todos los días al entrenamiento de Emelec ambientado por canciones de reggaetón. La radio del auto negro Volkswagen, que tiene aros de magnesio y llantas radiales, emite un sonido que retumba en los exteriores del estadio George Capwell o el complejo Los Samanes. Esa es la única señal de que el delantero eléctrico está cerca. Siempre llega media hora o 45 minutos antes de empezar la práctica. Lo hace, según Jaime Ayoví, porque “es meticuloso para ponerse los zapatos y el uniforme de entrenamiento”.El atacante de 21 años y oriundo del cantón El Triunfo es una de las opciones ofensivas que tendrá Emelec hoy en el clásico del Astillero. Acompaña en la zona de ataque a Ayoví y al argentino Santiago Biglieri. El técnico Jorge Sampaoli asegura que Rojas ha “madurado futbolísticamente”. Según el estratega argentino, cuando él empezó a dirigir al conjunto eléctrico en diciembre del 2009, “era un jugador desordenado tácticamente y demasiado individualista, pero hoy es fundamental en el juego colectivo del equipo”. Su asistente, Sebastián Beccacece, sostiene que “se trata de un jugador fundamental en el planteamiento”. Esto debido a que, gracia a su habilidad con el balón, “puede ganar fácilmente la línea de fondo y alimentar a los atacantes de área”. El argentino Biglieri lo califica como “un complemento importantísimo para el cambio de velocidad en la cancha rival”. Rojas reconoce que su juego ha mejorado, pero aún recuerda la presión que ejerció sobre él la hinchada millonaria. Durante un partido contra el Manta en la primera etapa del Campeonato, cuenta que escuchó los insultos de los hinchas desde las gradas. Los epítetos bajaron su nivel en los partidos siguientes, pero los consejos de Marcelo Fleitas fueron su ayuda en esos momentos. “Me dijo que no debía prestarle atención a lo que digan los hinchas, sino más bien concentrarme en mi trabajo”, recuerda Rojas. Él y Fleitas, después de eso, se convirtieron en amigos y confidentes.