Es una entrevista armada con intervalos. El primero a la llegada al desierto de San Pedro de Calama (norte de Chile), el siguiente en el ‘lobby’ del hotel y, el último, en conferencia de prensa. Así, el ‘Bam Bam’ Zamorano habla de todo.
Usted anunció que impulsará un proyecto vinculado al fútbol. ¿A qué está dedicado ahora?
Actualmente ya tengo la ciudad deportiva de 14 hectáreas donde hay canchas de fútbol, fulbito y de tenis. En este espacio existe un centro médico, un gimnasio y un club. Allí paso mi vida ahora. Intentando tener escuelas de fútbol, tenis, hockey, karate y gimnasia rítmica. Tenemos un montón de muchachos que pasan allí día a día. Son escuelas en las que la salud y educación juegan un papel importante.
¿Cuántos jóvenes asisten a todas estas actividades?
Al gimnasio asisten, en promedio, 1 200 chicos, que son considerados como nuestros principales clientes. Calculo que por la ciudad deportiva, que está ubicada en Santiago, pasan unas 90 000 personas al mes haciendo deporte. Lo que intentamos, un poco, es promover una cultura deportiva. Al margen de esta actividad en la ciudad deportiva también tengo una fundación, que lleva mi nombre.
¿A qué se dedica la fundación?
Trabajamos con niños en alto riesgo social. El propósito es enfocarnos en prevención, a través del deporte, en temas sociales como el alcoholismo, la delincuencia y la drogadicción. Intentamos entregarles varias oportunidades para que tengan una mejor calidad de vida y que puedan desarrollar su futuro de manera integral. A veces los niños en alto riesgo no tienen la posibilidad de elegir su futuro y el deporte es fundamental en este sentido.
Entonces, ¿le gusta mucho participar de las obras sociales?
Soy una persona que tiene superclaro cuál es su tema social y de solidaridad como ex futbolista. La fundación con niños en alto riesgo social se impulsó desde hace 14 años y eso me lleva a estar siempre listo para ayudar.
Luego de culminar su carrera exitosa como futbolista, ¿qué sueños le quedan por cumplir?
Gracias al fútbol he podido ser una mejor persona. Soy un hombre pleno. Realizo lo que más me gusta hacer dentro del proyecto de la ciudad deportiva y que está vinculado al fútbol. Soy feliz con lo que hago. Tengo una familia hermosa, una esposa irreemplazable y unos hijos a los que adoro. Todas esas cosas son esenciales. Para mí, el mundo, ahora, es mi familia, y eso es lo fundamental. Me queda seguir impulsando el trabajo en lo social.
Los futbolistas que se retiran optan por ser entrenadores, dirigentes o empresarios. ¿Está pensando en estas opciones?
Por el momento no tengo vocación para ser entrenador. Pero sí me encantaría, en un futuro, tener algún cargo que tenga directamente que ver con el fútbol. Estoy tan metido en mis proyectos, mis objetivos y mis metas que no he podido pensar en otra cosa.
¿Qué aspectos han cambiado en su vida desde que inició su carrera como futbolista?
En realidad ha pasado mucho tiempo. Cuando empecé mi carrera como futbolista tenía 17 años, ahora tengo 45. Soy una persona mucho más madura. Logré una trayectoria muy larga y el cariño de la gente. Lo esencial es que me mantengo siempre como persona. Soy el mismo hombre que con actitud y perseverancia consigue las cosas. Siempre reflexiono y digo: el futbolista pasa, lo que queda es la persona y, por ahora, soy alguien normal.
Usted era un goleador de casta. ¿Cómo cree que ha evolucionado el fútbol actualmente?
Ha pasado algo bien extraño en el fútbol mundial. Los centrodelanteros de área se están extinguiendo. Uno ve en el mundo del fútbol, en general, y los grandes equipos no tienen ese jugador que actúa de centrodelantero. Los tres grandes goleadores de estos últimos tiempos no son delanteros de oficio. Hay que mirar, Rooney, en el Manchester; Messi, en el Barcelona y Ronaldo, en el Real Madrid. Entonces, no hay jugadores como en su momento fueron Batistuta, Crespo, y uno mismo. Fue otra época y otro estilo en el que éramos jugadores de área.
¿Cree usted que la tecnología ha cambiado el fútbol?
Mucho. Hay tantas cosas que han evolucionado en el fútbol y el mundo. Aunque soy criado a la antigua, actualmente, ya como futbolista retirado, no uso mucho la computadora ni la calculadora. Uso más la mente. Hay tanta tecnología hoy. En el deporte, en general, es necesario la tecnología.
Usted fue ‘Pichichi’ (goleador) del Real Madrid, ¿todavía sigue de cerca lo que hace el equipo?
Veo todos los partidos del Real Madrid y los sigo de cerca. El Madrid forma parte de mi vida y yo formo parte de la vida de los madridistas. Palpito y siento mucho cuando somos superiores por fútbol en los clásico con Barcelona y al final ellos son los que ganan. Uno vive con intensidad por todo lo que vivió allá. Sin embargo, faltan jugadores de área en el equipo. No hay un centrodelantero como yo.
¿Cómo analiza a la Selección de Chile en las eliminatorias camino a Brasil 2014?
Es un torneo difícil. Creo que tenemos una Selección con muchas condiciones para pelear un cupo. Con Borghi (Claudio) estamos mejorando. Hay jugadores que pueden marcar la diferencia y llevarnos a un Mundial. Todo está peleado aún.
HOJA DE VIDA
Su experiencia. Nació el 18 de enero de 1967, en Santiago de Chile. Fue uno de los mejores goleadores de la Selección chilena.
Su trayectoria. Comenzó su carrera en Cobresal y Trasandino. Luego pasó por Sevilla, Real Madrid, Inter de Milán, América de México y en el Colo-Colo.
Su punto de vista. En el fútbol actual los goleadores desempeñan un rol diferente dentro de la cancha.