Intereses de la Ecuafútbol

Mantener contentos a todos los clubes, llevar de viaje a los directivos, evitar conflictos, según las conveniencias... es un peligroso juego de equilibrio de la Ecuafútbol, pasando por alto realidades que agitan el desarrollo del fútbol en el país.

Mantener silencio sobre la polémica decisión de Emelec de mezquinar boletos para los hinchas del Quito en el primer juego de la final o sobre la extensión del campeonato por unas fechas más, sin importarle la intervención de un equipo nacional en una competencia sudamericana son hechos que reflejan la forma cómo se maneja el fútbol en el país. Los muñequeos y cabildeos son copias de lo que pasa en la política.

Se legisla según los intereses. No me toques, no te toco... Esa forma clientelar parecía que había sido superada, pero se mantienen los mismos propósitos y ambiciones, confirmándose, además, los sesgos regionalistas que aparentemente también habían desaparecido. Lo que le pasó a Liga de Quito, club que lleva jugando 63 partidos en un año (nacionales e internacionales), queda de experiencia para las próximas ediciones del torneo local. Pero también sirve para reflexionar porque aquí todos protegen sus intereses, sin importarles la representatividad de un país y el esfuerzo de un club integrado por dirigentes, técnicos y deportistas profesionales.

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