Inglaterra venció ayer a Japón por 2-1 en Graz (Austria), en un choque amistoso preparatorio para el Mundial de Sudáfrica. El partido se decidió en favor de los británicos gracias a dos autogoles del equipo nipón.
Los desafortunados tantos que sumó Inglaterra en el marcador fueron obra de Tulio Tanaka (72’) y de Yuyi Nakazawa (83’), cuya mala suerte dio la vuelta a un partido en el que los asiáticos fueron por delante desde el minuto 6, cuando Tanaka marcó el 1-0.
Además, Frank Lampard, volante de la Selección inglesa, desperdició un penal, a los 56’.
Este jugador abrió el marcador aprovechando un tempranero córner en el que los ingleses, que todavía no parecían haber entrado en el partido, defendieron mal y recibieron la conquista.
El primer gol para los ingleses llegó tras un centro de Joe Cole en el que Tanaka golpeó el balón engañando a su propio guardameta, mientras que en el segundo tanto Nakazawa imitó a Tanaka en un pase de Ashley Cole.
Inglaterra, que dirige el entrenador italiano, Fabio Capello, no se mostró convincente en su juego, con muchas dudas, algo que reconoció el seleccionador del equipo europeo.
“En la primera parte estuvimos demasiado lentos y les dejamos espacio y crearon más que nosotros”. Esa fue la reflexión del italiano sobre el juego de sus pupilos, a quienes se considera entre los favoritos europeos en el Mundial sudafricano, junto a España.
El primer tiempo estuvo marcado por la superioridad táctica y técnica de los nipones, que se mostraron peligrosos en todo momento y que podrían haber marcado el 2-0 en una ocasión de Shinji Okazaki (15) en la que la pelota golpeó el travesaño.
En los segundos 45 minutos, la estrella inglesa Wayne Rooney se quedó como único punta en un dibujo táctico de 4-5-1, que permitió a los hombres de Capello ser algo mejores.