Holanda, dos veces subcampeón del mundo (1974 y 1978) en busca de justicia histórica, parte como favorito en el duelo de octavos de final en Durban ante Eslovaquia, la sorpresa del torneo, tras eliminar a la defensora del título, Italia.
Para la ‘Orange’ de Bert van Marwijk, por ahora parece todo funcionar de mil maravillas, tras derrotar en la primera fase a Dinamarca (2-0), Japón (1-0) y Camerún (2-1), este último encuentro con la alegría de la vuelta a los terrenos de su ‘crack’ Arjen Robben, que arrastraba un desgarro muscular en un muslo.
De todos modos, parece difícil que el extremo del Bayern Múnich pueda estar desde el inicio. “Dejamos claro antes del torneo que vamos paso a paso”, apuntó el ex jugador del Real Madrid, que podría saltar al campo dependiendo del resultado.
Por su lado, Eslovaquia selló su boleto a octavos con una victoria impresionante 3-2 ante Italia, con un empate 1-1 con Nueva Zelanda y una derrota sin demasiada resistencia ante Paraguay (2-0), en lo que significó su primera participación en la Copa del Mundo como país independiente.
“Eslovaquia va a ser duro”, advirtió el artillero holandés Robin van Persie. “Mostraron muy buena actitud y unión contra Italia, que fue un gran resultado para su país”, añadió.
“Desde lejos, (el partido) tiene muy buena pinta para nosotros, pero podemos seguir mejorando algunas cosas”, comentó el jugador del Arsenal.
Su técnico, Van Marwijk, también hizo sonar las alarmas: “Es un rival que no debemos subestimar ni podemos desconcentrarnos un poquito”.
Holanda pretende evitar más sorpresas de Eslovaquia y no sumar más amarillas, pues seis de sus titulares entrarán al partido con riesgo de perderse los cuartos de final si ganan: Robin van Persie, Dirk Kuyt, Rafael van der Vaart, Nigel de Jong, Gregory van der Wiel y Giovanni van Bronckhorst. Es decir, medio equipo está en riesgo.