Tras su victoria sobre Uruguay, Holanda volvió a una final de un Mundial por primera vez desde 1978, año en que perdió por 3-1 con Argentina.
Por eso, los jugadores holandeses no ocultaron su emoción después de la victoria. “Un partido más y ya estamos”, precisó Arjen Robben, autor del tercer gol, en la victoria por 3-2 frente a los uruguayos. “En la final, será Alemania o España, dos grandes equipos”, dijo el atacante que milita en el Bayern Múnich. Por eso, con humor, Robben dijo que para él sería más difícil ganarle a Alemania. “Pero, en ese caso, talvez no me atrevería a volver al Bayern la próxima temporada”.
“Ya he perdido una gran final este año” y “eso no se repetirá”, estimó Robben, que perdió contra el Inter de Milán la final de la edición de 2009-2010 de la Liga de Campeones de Europa de fútbol.
El DT Van Marswijk comentó que, cuando se terminaba el partido, recién se dio cuenta que esta será la primera final holandesa en 32 años.
Van Marswijk se negó a revelar si prefiere luchar por el título contra Alemania o contra España, que hoy disputan en Durban el duelo que definirá al segundo finalista.
Apenas el árbitro anunció el final del partido, los holandeses se lanzaron a las calles a celebrar el pase de su Selección a la final.
En Ámsterdam pudo verse el partido en la pantalla gigante móvil más grande de Europa, según afirmaron los organizadores, con una superficie de 88 metros cuadrados, que fue ubicada frente al Rijksmuseum, la pinacoteca más conocida del país.
En una explanada con césped cercana a ese museo, que está situada junto al museo Van Gogh, se reunieron los aficionados, entre los que abundaban los que llevaban prendas de vestir o accesorios de color naranja. La Policía calculó que entre 40 000 y 50 000 personas festejaron la clasificación a la final del Mundial.
La fiesta tras la victoria no sólo se concentró en Ámsterdam. También en otras ciudades como Rotterdam, Groningen, Eindhoven o Maastricht la población no escondió su felicidad.
Se calcula que unos 11 millones de habitantes vieron el partido por televisión, el 70% de la población en Holanda. Hubo también otro tipo de manifestaciones. En la estación balnearia de Scheveningen, cerca de La Haya, los actores del musical ‘Mary Poppins’ saludaron al público vestidos con los colores de la Selección nacional, apodada la ‘Oranje’.
La prensa holandesa también destacó el triunfo. “Ahora, estamos en la ruta hacia el oro”, destacó el diario popular De Telegraaf, en su sitio en Internet.
Para este periódico el centrocampista ofensivo del Inter de Milán Wesley Snijder fue la gran figura y ‘salvó’ una vez más al equipo.
“Bajo la mirada del príncipe heredero, Willem-Alexander, Holanda clasificó para la final de Johannesburgo”, publicó por su parte el diario católico Trouw. “Los goles de Van Bronckhort, Sneijder y Robben fueron demasiado para Uruguay”.