Del cintillo que cubría su cabello largo y alborotado, con cola, pasó al pelo corto, rígido y brillante por el gel. Damián Manso, volante de Liga, cambió el ‘look’ al mismo tiempo que levantó su rendimiento futbolístico en el Campeonato.
El ‘Piojo’ Manso, quien cumplirá 33 años el próximo 6 de junio, ya soporta un partido de fútbol completo y sin problemas. Cuando llegó al país, en enero pasado, el DT Edgardo Bauza aclaró que su coterráneo no necesitaba adaptación a la altitud de Quito sino solo alcanzar un nivel físico óptimo.
Por eso, su participación con la camiseta de la ‘U’ ha sido paulatina. Empezó jugando media hora y solo aumentó cinco minutos en el siguiente cotejo. Recién en el sexto partido del año (contra el Cuenca) jugó todo un tiempo.
Manso no pudo gambetear los cuestionamientos. En la opinión de los hinchas albos, el argentino estaba con algunas libras en exceso que lo hacían ver lento en la cancha. “Damián está bien físicamente. Es cuestión de adaptación al equipo”. Así defendió al jugador el preparador físico Alejandro Mur.
El tiempo le da la razón a Mur. En los últimos cuatro cotejos de los albos fue titular. Esto le ha permitido sumar 819 minutos en los 12 partidos jugados.
José Fonseca, aspirante a DT, analizó un video para contabilizar cuantos pases hace Manso en un partido. “Contra Macará (en Casa Blanca) conté 41 pases. Nueve fueron equivocados. Él fue el motor del equipo para los goles. Es uno de los mejores abastecedores”.
Según el portal Futbolmetrics, un portal dedicado a levantar indicadores de desempeño en el fútbol, Liga genera en un partido un promedio de 380 pases. En esta rotación de balón, Manso participa, en promedio, en 42 toques. Futbolmetrics ha contabilizado, en lo que va del año, 507 pases de Manso. De estos, 10 fueron asistencias claves para oportunidades o goles merengues.
Hoy, el ‘Piojo’ volverá a ser titular en el medio campo de la ‘U’. Peleará protagonismo con otro argentino que lleva su mismo nombre y que, además, es un referente de Barcelona: Damián Díaz.
El ‘Kitu’ , como también lo llaman , aún no ha logrado alcanzar el nivel que mostró la temporada pasada y que sirvió para la renovación de su contrato. Ha jugado los 12 partidos este año.
Sandy Rizzo, DT egresado del Instituto Tecnológico de Fútbol, cree que el problema del funcionamiento colectivo de Barcelona es porque depende de individualidades como la de Díaz.
Eso quedó en evidencia en el partido que los canarios perdieron ante el Deportivo Quito, el pasado 13 de abril. Rizzo, en cambio, revisó el video de ese cotejo. Ahí, Barcelona cometió cuatro errores claros en el traslado de la pelota en los 25 minutos que jugaron juntos Oyola y Díaz. En los 20 finales el equipo guayaquileño cometió 24 errores. Dos de ellos terminaron en goles.
Los canarios dieron 16 pases precisos. Solo tres de ellos provocaron acciones claras de gol. Díaz fue uno de los más imprecisos. No realizó ninguna habilitación y falló cinco asistencias, tres de ellas en el segundo tiempo.
Díaz, a criterio de Rizzo, tiene la virtud de trasladar con eficacia la pelota, pero ha exagerado en la retención. “Su rol es tomar el balón y soltarlo inmediatamente a su compañero mejor habilitado para no perder el factor sorpresa”.