El secretario general de la FIFA, Jérôme Valcke, inició ayer, 24 de marzo, en Río de Janeiro una serie de reuniones con los organizadores del Mundial de Brasil para solucionar varios asuntos pendientes. En especial, las instalaciones temporales de los estadios.
Valcke permanecerá en Río hasta el jueves, 27 de marzo, cuando tiene previsto ofrecer una rueda de prensa en la que divulgará el balance de las reuniones, según informó la FIFA.
La responsabilidad de la instalación de las estructuras temporales causa preocupación especialmente en Porto Alegre, donde el responsable de la construcción del estadio, el club Internacional, rechaza levantarlas y no ha llegado a un acuerdo con los poderes públicos de la ciudad.
El alcalde de Porto Alegre, José Fortunati, presionó ayer a la Asamblea Legislativa regional con el objetivo de que apruebe una ley para anular los impuestos a la empresa que se encargue de instalar estas estructuras, necesarias para la organización de los partidos de junio y julio
En declaraciones a la radio gaúcha, Fortunati afirmó que si la Asamblea no aprueba esa ley “no habrá Mundial en Porto Alegre” porque la Alcaldía “no podrá buscar recursos” financieros para costear esas instalaciones exigidas por la FIFA.
El costo de las estructuras temporales ascendería en Porto Alegre a 41 millones de reales (unos USD 17 millones), según cálculos del Internacional, responsable de las obras del estadio de la ciudad, el Beira-Río.