La FIFA designa hoy las sedes de los Mundiales del 2018 y el 2022, pero bajo serias sospechas de corrupción que afectan la imagen del organismo rector del deporte más popular del mundo.
Las denuncias de la prensa inglesa han dañado la imagen de la FIFA y han puesto el acento sobre la falta de transparencia que rodea sus tomas de decisión.
Se teme que la FIFA descarte la candidatura de Inglaterra, una de las más sólidas desde el punto de vista de la infraestructura y de la tradición, pero en vilo por una prensa que no da tregua.
Medios como The Sunday Times (que acusó a dos miembros del comité ejecutivo de estar dispuestos a recibir sobornos) y la BBC (que escarbó en el pasado de otros miembros) generaron polémica y aumentaron el descrédito de la FIFA, debilitada por lo opaco de su proceso de designación.
Tras la salida del tahitiano Reynald Temarii y del nigeriano Amos Adamu por presunta corrupción, votarán los 22 miembros restantes del comité ejecutivo. Se irán eliminando las candidaturas con menos sufragios en cada ronda, hasta dar con las sedes para los dos torneos.
En la designación del Mundial 2018 las fuerzas están muy igualadas entre Inglaterra, España/Portugal y Rusia, que en los últimos días ha subido en las apuestas. La candidatura de Bélgica y Holanda parece contar con menos posibilidades.
Esta igualdad ha propiciado la movilización de los líderes políticos para convencer a los indecisos del comité ejecutivo de la FIFA, por lo que los primeros ministros de Gran Bretaña, David Cameron, de España y Portugal, José Luis Rodríguez Zapatero y José Sócrates, están en Zúrich.
El primer ministro ruso, Vladimir Putin, desistió a última hora de viajar a Suiza para no meter presión a la FIFA”, según sus propias palabras. Esto sorprendió en Zúrich y se especula que la ausencia del hombre fuerte ruso puede ser interpretada porque ve pocas posibilidades de victoria.
España/Portugal e Inglaterra cuentan con casi todas las infraestructuras necesarias, tanto deportivas, como de transportes y turísticas, mientras que Rusia tiene casi todo por hacer y las distancias entre sus ciudades son mayores.