La FIFA deberá negociar la venta de alcohol en los estadios durante el Mundial de 2014 con cada uno de los 12 estados brasileños que acogerán el torneo, anunciaron el gobierno y los legisladores tras una reunión este martes para destrabar la votación de la ley que regulará la Copa del Mundo.
Las partes resolvieron retirar del proyecto de ley un artículo aprobado inicialmente que liberaba de forma general la venta de cerveza en los estadios, prohibida por normas brasileñas, sin consentimiento de los estados donde se llevará a cabo el Mundial. La FIFA exige la comercialización de cerveza en los escenarios deportivos durante la Copa, en virtud del compromiso con la cervecera Budweiser, uno de sus patrocinadores.
“Va a prevalecer el texto original y vamos a retirar con una enmienda el artículo del relator (del proyecto) que libera las bebidas. Según el gobierno, eso preserva el acuerdo con la FIFA”, señaló el diputado Henrique Alves tras un encuentro con el ministro de Deportes, Aldo Rebelo. El texto que será reformado, y que fue aprobado en primera instancia hace unas semanas, creaba vacíos legales según legisladores.
El acuerdo de este martes se ciñe al marco jurídico y permite destrabar la votación de la llamada Ley General de la Copa en el plenario de la Cámara sin afectar los compromisos asumidos por Brasil con el máximo organismo del fútbol, dijeron parlamentarios. “Las garantías fueron ofrecidas por el gobierno brasileño, mas los gobernadores de los estados que van a ser sedes también firmarán esas garantías”, resaltó el ministro Rebelo.
Después de su aprobación en la Cámara baja, la Ley General de la Copa deberá pasar por el Senado y luego ir a sanción presidencial. La norma limita a 300 000 las entradas a precios reducidos, y da garantías a la FIFA para los derechos de transmisión.
“El texto tendría que haber sido ratificado en 2007 y estamos en 2012”, se quejó en pasados días el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, antes de desatar una gran controversia por unas declaraciones según las cuales Brasil “necesitaba una patada…” para acelerar los preparativos de la Copa.
El viernes, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, se reunió en Brasilia con la mandataria Dilma Rousseff para bajar las tensiones generadas por esos comentarios, y recibió la garantía de que Brasil cumplirá con sus acuerdos en torno al Mundial.