Varias organizaciones feministas mostraron este lunes en Francia su rechazo a que la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) autorice el uso de velo islámico por las jugadoras, denunciando una “ regresión ” tras la cual ven la influencia creciente de Catar en este deporte.
El domingo, en un partido en Narbona (sur), un árbitro se negó a pitar un partido entre el equipo femenino local y el Petit-Bard Montpellier, ya que jugadoras del conjunto visitante iban a jugar con un pañuelo sobre la cabeza.
A principios de marzo, la International Board (IFAB), órgano que garantiza las reglas del juego, se mostró favorable al uso del velo en las competiciones organizadas por la FIFA, que transmitirá su decisión final el 2 de julio.
“Esperamos que la FIFA no tome esa decisión”, que sería “una regresión hacia las mujeres”, estimó Asma Guefini, presidenta de la asociación Ni Putas ni Sumisas, tras ser preguntada al respecto por la AFP .
Según ella, la presencia de jugadoras con velo en Narbona se debió a que la FIFA “ ha comenzado a dudar sobre ese tema”.
Guefini vio detrás de esta posible modificación de las normas el peso económico de ciertos países de Oriente Medio, especialmente el riquísimo emirato de Catar, organizador del Mundial-2022.
Una fuente de las instancias internacionales del fútbol, que prefirió mantenerse en el anonimato, confirmó esa idea de una creciente influencia de algunos países islámicos.
“Se puede ver en eso la influencia del príncipe Ali Bin Al Hussen (de Jordania), que es uno de los vicepresidentes de la FIFA (del total de seis) y evidentemente de Catar y su fuerza financiera”, afirmó esa fuente.
La Liga Internacional de las Mujeres, Femix’Sports y la Coordinadora Francesa para el Lobby Europeo de las Mujeres (Clef) habían redactado en diciembre una carta conjunta para el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, pidiéndole que no aceptara modificaciones de la regla sobre este tema.