Al término del partido de ayer ante el Chelsea, los seguidores del Atlético de Madrid contaban los minutos que restaban para el cierre del mercado de pases del fútbol europeo. Eufóricos y ufanos, los hinchas suspiraban para que nadie se atreviese a última hora a fichar a su delantero Radamel Falcao.
Es que el colombiano ayer marcó tres goles con el Atlético en la victoria (4-1) sobre el Chelsea de Inglaterra, en la final de la Supercopa de Europa, en Mónaco.
El partido de Falcao fue inmejorable, lo mismo que su efectividad. Sus tantos le han dado al Atlético dos títulos en su primera temporada como rojiblanco. Dos tantos le hizo al Athletic de Bilbao, en Bucarest, en la final de la Liga Europa en mayo. Y ayer hizo tres ante el Chelsea, último campeón de la Champions League.
Los cinco goles, espectaculares todos, han dado la vuelta al mundo y lo han catapultado como uno de los mejores ‘nueves’.
Ahora, la tarea del Atlético será la de retenerlo muchos años en sus filas. La afición no quiere reeditar otro capítulo como el vivido con Sergio ‘Kun’ Agüero. Al argentino pocos le añoran ya en el Calderón. Falcao ha conseguido borrarlo de sus mentes, pero el colombiano necesita jugar la máxima competición europea.
Un ‘killer’ como él debe estar en el mejor escaparate y los rojiblancos deben centrarse esta temporada en lograr la clasificación.
Pero eso es futuro. El presente es que Radamel se confirma en el estrellato mundial y como infalible en las finales que disputa. Tres de tres. Ganó la Liga Europa en 2011 anotando el tanto del triunfo de su club, el Oporto, ante el Sporting de Braga, y volvió a hacerlo este año por partida doble en el Atlético.
En el juego de ayer, Falcao marcó a los minutos 7, 19 y 45. El cuarto tanto del Atlético lo hizo el brasileño Miranda (60’). El gol del Chelsea fue de Gary Cahill (75’).
“Es verdad que grandes clubes quisieron contratarme, pero yo quería prepararme con el Atlético, en el futuro ya se verá”, dijo Falcao tras su gran noche.