Con un empate 25-25 en títulos teniendo en cuenta la extinta Copa Intercontinental y el actual formato, Europa y Sudamérica, con FC Barcelona y Santos respectivamente, buscarán la hegemonía del fútbol en el Mundial de Clubes que se disputa en Japón del 8 al 18 de diciembre.
Ambos serán los grandes favoritos, como representantes de las zonas de dominio tradicional de este deporte, pero en 2010 el Tout Puissant Mazembe congoleño sorprendió a todos llegando hasta la final y este año otros equipos, como el Monterrey mexicano, buscarán también el trofeo.
Esa edición de 2010 con el Mazembe, que cayó en la final con el Inter de Milán italiano (3-0) , fue la excepción, ya que las cinco anteriores del Mundial de Clubes habían medido siempre a un europeo contra un sudamericano, como hacía hasta 2004 la extinta Copa Intercontinental.
Tanto Barcelona como Santos, como ‘cabezas de serie’, empezarán en el torneo directamente en las semifinales, un privilegio que no tendrán los otros cinco participantes, que tendrán que pelear desde más atrás.
Entre los aspirantes destaca el Monterrey, campeón de la Liga de Campeones de la zona Concacaf y que disputará por primera vez el torneo, intentando dar a su país, el más representado en la historia del Mundial de Clubes -siete en ocho ediciones-, su primera final.
El Espérance tunecino, el Al Sadd catarí, el Auckland City neozelandés y el Kashiwa Reysol japonés -estos dos últimos se miden entre sí el jueves en la ronda preliminar- completan un torneo que se disputa hasta el domingo 18 de diciembre.
En el Barcelona, este torneo es uno de los grandes objetivos de la temporada, según insiste su entrenador Josep Guardiola, y el equipo intentará repetir el título de 2009 en Abu Dabi.
Antes, el equipo catalán lo había intentado en dos ocasiones, ambas contra brasileños en Japón, donde tratará de romper su ‘maldición’: en 2006 perdió la final del Mundial de Clubes contra el Inter de Porto Alegre (1-0) en Yokohama y en 1992, en la Copa Intercontinental, cayó 2-1 frente al Sao Paulo en Tokio.
Lionel Messi, elegido mejor jugador del Mundial de Clubes en 2009, comandará a un equipo plagado de estrellas, que mantiene gran parte del bloque que ganó hace dos años, con las novedades de Cesc Fábregas y el chileno Alexis Sánchez.
“Esto es el Barcelona, siempre estamos obligados a ganar. Es lo que la gente espera, lo que nos obliga a hacer y debemos cumplir”, comentó Cesc, sobre el torneo, en la web de la Federación Internacional (FIFA). El primer examen del Barça será el jueves 15, en una semifinal contra el campeón de África (Esperance) o de Asia (Al Sadd).
El gran rival azulgrana será el Santos, que no ha brillado en la parte final del campeonato brasileño, donde acabó décimo, pero que sueña con volver a ser el rey del mundo, como en 1962 y 1963, sus años más gloriosos, cuando conquistó la Intercontinental con el mítico ‘O Rei’ Pelé. En caso de victoria, rompería cuatro años consecutivos de victorias europeas y reconquistaría un torneo que en sus tres primeras ediciones tuvo campeón brasileño, con el Corinthians en 2000, el Sao Paulo en 2005 y el Inter de Porto Alegre en 2006. Brasil reforzaría así su dominio en el palmarés.
La gran estrella del ‘Peixe’ será su joven delantero Neymar, pero también estarán en Japón jugadores importantes como los también internacionales Paulo Henrique Ganso y Elano. El debut del Santos será el miércoles 14, frente al ganador del ‘cuarto de final’ entre el Monterrey mexicano y el vencedor de la ronda preliminar (Kashiwa Reysol-Auckland City).
Los mexicanos, que han decepcionado en el último torneo de Apertura de su país con un undécimo puesto, tratarán de hacer historia alcanzando la final, ya que hasta ahora el mejor puesto de su país es el tercero del Necaxa en 2000. El Mundial de Clubes se disputará por quinta vez en Japón, tras dos años en los que Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) fue su sede.