Guardando las distancias, lo primero que llama la atención del estadio Nacional de Lima es su fachada. Tiene un enorme parecido al Allianz Arena del Bayern Munich. Es un globo gigante que se ubica a pocos minutos del centro de la capital peruana.
Este escenario es contemporáneo con el Olímpico Atahualpa. Fue inaugurado el 27 de octubre de 1952, mientras que el estadio de El Batán empezó a funcionar el 25 de noviembre de 1951. Sin embargo, el escenario limeño es actualmente uno de los más modernos de Sudamérica.
En el 2008, el presidente Alan García ordenó la remodelación del estadio más importante de Perú y fueron el Instituto Peruano del Deporte junto con la Universidad Nacional de Ingeniería los encargados de llevar a cabo la obra. El presupuesto inicial era de 30 millones de soles (USD 11 millones).
Conforme avanzaba la construcción se dieron cuenta de que el presupuesto era insuficiente, ya que encontraron sorpresas que no estaban en los planes. Al final, la remodelación del coloso de José Díaz le costó a Perú alrededor de 200 millones de soles, es decir USD 75 millones. Se reinauguró el 24 de julio del 2011 con un partido entre las selecciones Sub 20 de Perú y España (empate 0-0).
El viejo Nacional de Lima era parecido al Atahualpa: una gran estructura de cemento con una cancha, pista atlética y muy pocas adecuaciones a lo largo de la historia. Ahora en cambio cuenta con 39 000 butacas y 5 000 palcos, los que en el Ecuador serían suites.
Además se convirtió en uno de los estadios más modernos, ya que cuenta con 94 cámaras que vigilan hasta el último rincón; ya no existen mallas, ahora hay vidrios que no obstaculizan la visibilidad y todas las entradas se venden por Internet (salvo para los partidos de la Selección peruana).
De hecho, para el cotejo de mañana contra Ecuador, los precios de las entradas aumentaron exageradamente. Una popular que costaba USD 10, contra la Tricolor tendrá un precio de USD 30. Y ni hablar de los revendedores que las están vendiendo hasta en USD 80.
“Esto sucede porque esta será la última buena taquilla de Perú en las eliminatorias. Si la Selección de Markarián pierde o empata ante Ecuador, nadie va a querer ir al estadio, porque vamos a quedar sin posibilidades”, le contó a EL COMERCIO Carlos Tassara, editor de cierre del Diario Depor de Perú.
Aparte de los partidos de fútbol, el estadio Nacional de Lima alberga espectáculos artísticos que ayudan a financiar el mantenimiento. En los últimos meses se han presentado artistas como The Cure, Alejandro Sanz, The Killers, Elton John y ya están planificados los conciertos de One Direction, Fabulosos Cadillacs y el partido de Lionel Messi y sus amigos.
“Los eventos nos ayudan a financiar los trabajos que se hacen en el estadio. De hecho, muchos conciertos son más rentables que los partidos del torneo local. Nosotros les proveemos a los organizadores de shows musicales toda la estructura para proteger la cancha y así nos evitamos inconvenientes”, comentó Erwin Mendoza, administrador del estadio.
Los peruanos le sacan el jugo a su escenario. El próximo proyecto en marcha es un restaurante ubicado encima de las suites. Ese espacio será adquirido por el famoso chef Gastón Acurio (dueño de la franquicia internacional Astrid y Gastón). Desde allí se puede ver todo el estadio, pero también tiene una vista panorámica de Lima.
En ese escenario situado frente al Circuito Mágico del Agua (una de las mayores atracciones de la capital peruana), la Selección nacional intentará mañana mantener la hegemonía histórica ante los vecinos del sur.