España, vigente campeona mundial, sufrió más de lo esperado hasta que Roberto Soldado marcó en el minuto 86 el gol de la victoria 1-0 ante Georgia, en el inicio de su camino en las eliminatorias europeas de Brasil 2014.
Tras una primera mitad en la que el juego fue un monólogo infructuoso de la Roja, el equipo de Vicente Del Bosque continuó con el guión en la segunda mitad, pero los locales resistieron en Tiflis épicamente e hicieron pensar en un tropiezo de los defensores del título, que al final no se produjo.
Este era el primer partido para España en las eliminatorias, que en la zona europea comenzaron el viernes, pero ese día el equipo de Vicente Del Bosque jugó un encuentro amistoso, arrollando a Arabia Saudí por 5-0.
Los españoles sumaron así sus tres primeros puntos en el grupo I, con un partido, mientras que los georgianos suman el mismo número de unidades aunque en dos compromisos, ya que hace cuatro días superaron 1-0 a Bielorrusia, también como locales.
Los números de la campeona mundial y europea abruman: lleva 19 años sin perder un partido en las eliminatorias para una gran cita, lo que supone 46 partidos invicta en fases de clasificación, en que encadena además una racha de 23 triunfos seguidos.
La victoria en Tiflis es importante porque Georgia es teóricamente el rival más flojo de una llave incómoda, en la que España también tendrá que verse con Finlandia, Bielorrusia y con la nueva Francia de Didier Deschamps.
Desde el minuto uno de partido se vio claro que Georgia renunciaba a la posesión del balón y que optaba por una táctica ultradefensiva, ante un equipo que tocó y tocó, pero sin encontrar espacios en la primera parte.
En la segunda mitad, los locales se permitieron incluso hacer temblar a España cuando un zurdazo de Aleksandr Amisulashvili (55) se estrelló en el palo de la portería de Iker Casillas, hasta entonces con poco trabajo.
España volverá a jugar en octubre. Serán dos partidos más complicados en los papeles, ante Bielorrusia en Minsk el día 12, y el 16 en Madrid frente a Francia.