El Mundial tendrá a un nuevo campeón. Será Holanda o España. Ya no sopla el viento de cola que impulsaba a los seleccionados sudamericanos. El trofeo lo definirán el domingo los europeos, a las 13:30, en el estadio Soccer City de Johannesburgo.
La metamorfosis de España lo hace un equipo capaz de reinventarse sobre la marcha de un mismo partido. Pasa del juego filarmónico a calzarse el overol para una batalla de pico y pala. Si España tuviera mayor poder de gol, no sufriría tanto para conseguir el objetivo. Fue muy superior a Alemania, pero apenas le ganó 1 a 0, con un cabezazo a lo tarzán de Carles Puyol, un referente de la ‘Furia Roja’.
fakeFCKRemoveTan diferente a la Argentina, España le cerró el camino y nubló las ideas de Alemania. Le quitó la pelota, gobernó el juego y la zona media e hizo de la semifinal un espectáculo que mereció ser decorado con más goles.
Pese al dominio con el balón, eso no le representó una buena renta en goles a España. Es decir, no logró sacarle el jugo a su hegemonía y finalizó la primera parte con algo de angustia por una falta de Sergio Ramos sobre Ozil que podría haber sido penal sancionado por el húngaro Víctor Kassai.
Fue lo mejor que se ha visto de España desde el comienzo del Mundial. Sonó como una orquesta, pese a unos pocos desajustes en la defensa. Estableció un juego de circuito constante que dio intensidad al partido y benefició al espectáculo.
Pedro aportó electricidad y alteración de ritmo, pero los verdaderos dueños del timón fueron Xabi Alonso y Xavi, los hombres estrellas de Real Madrid y Barcelona.
Pero con Alemania nunca hay que confiarse. Cuando parecía que estaba de siesta, Trochowski remató al arco y exigió a Casillas. Además, Klose, sin alguna oportunidad clara de gol, fue una amenaza intimidante, pese a posicionarse más retrasado de lo habitual. En defensa, Alemania es un bloque granítico, con un arquero seguro, que no ofrece ni siquiera rebotes. En la zona media, el distribuidor Schweinsteiger no gozó de las mismas libertades para gobernar el sector como en el cruce con la Argentina o en los anteriores encuentros.
El monólogo español subió el tono de su voz en la segunda parte. Primero fueron los remates de Xabi Alonso y después una combinación entre Pedro e Iniesta que David Villa no alcanzó a convertir. Entre tanto gobierno español, surgió una aproximación alemana con Kroos, que exigió a una gran respuesta de Íker Casillas.
Recién a los 27 minutos del segundo tiempo bajó inapelable el martillo de la justicia. De un tiro de esquina de Xavi surgió Pujol como un tarzán en el corazón del área para marcar el gol que dará el domingo la posibilidad a España de levantar por primera vez la Copa del Mundo.
En desventaja, Alemania sumó hombres al ataque y abrió el juego por los costados. Intentó con centros y remates cruzados, pero no bastó para superar a España, que en posición de contraataque pudo haber definido el pleito con Pedro.
Sudáfrica será testigo de un nuevo campeón. Será África el que vea la coronación de un país europeo por primera vez fuera de su continente, lo que hace más emocionante la final.