Cuando el partido no ofrece peligro, los experimentos se imponen, y a eso apuesta hoy Vicente del Bosque en el choque de España con Tahití, un equipo de aficionados que vivirá un gran momento enfrentándose a la campeona del mundo Los españoles aseguran que no se guardarán nada. “El mayor respeto para un futbolista es que el rival se lo tome en serio y juegue como sabe hacerlo, eso es lo que entiendo yo por respeto”.
Esa fue la reflexión del mediocampista Andrés Iniesta en una rueda de prensa previa al partido. “El otro día ante Nigeria no me pareció un equipo tan flojo, en absoluto”, aseguró por su parte el técnico Vicente del Bosque.
El entrenador renovará al equipo que brilló en el 2-1 ante Uruguay. Ya está claro que Iker Casillas seguirá el partido desde el banco, y Víctor Valdés, a quien Del Bosque describió hoy como un “chico respetuoso”, estará en el arco.
Los de Del Bosque confían en jugar el domingo 30 de junio la final en el Maracaná, y si es posible, ante Brasil. Así, mañana un grupo de jugadores podría vivir la experiencia única de jugar en un mítico templo del fútbol, y otros lo harían en el partido por la final.
El entrenador ya dirigió al Real Madrid ante el Necaxa mexicano durante el Mundial de Clubes 2001 en el Maracaná.
Pero la jugada tiene un riesgo, y es que España no llegue a esa final, tal como le sucedió cuatro años atrás en Sudáfrica, cuando cayó 2-0 ante Estados Unidos en semifinales. Así, muchas estrellas españolas se irían de Brasil sin “probar” el Maracaná. Otros jugadores como César Azpilicueta, Raúl Albiol, Fernando Torres… también tendrán opciones de jugar.