El mismo día en el que Juan Carlos Garay confesaba en una nota de EL COMERCIO que le resulta difícil conciliar el sueño, una pesadilla se le atravesó cuando recién eran las 13:00.
Hasta el minuto 90 del partido frente a Universidad Católica, el Deportivo Quito estaba ganando 1-0, merced a un gol del juvenil Allister de Jesús, a los 3 minutos del encuentro.
Con muchos errores de por medio, el cuadro azulgrana (vestido de blanco completo en este encuentro), lograba sacar adelante una nueva victoria, que le estaba ayudando a escapar de los puestos de rezago en la tabla de posiciones.
Sin embargo, un invitado no esperado apareció para amargarle aún más el sueño a Garay: el argentino Christian González. Conocido como ‘El Chula’, este delantero hacía su estreno en el equipo de primera.
En lo que iba de la temporada, Jorge Célico no lo había tomado en cuenta. Solamente había jugado tres encuentros en el torneo de reserva, donde había anotado un gol, al mando de Patricio Lara.
González tuvo su oportunidad en un momento cumbre, cuando la UC estaba perdiendo otra vez como local, reiterando la poca efectividad que este año ha mostrado como anfitrión.
Católica, hasta el momento, ha podido ganar solamente un encuentro de los cinco que ha jugado en casa. Este rendimiento contrasta con el que ha mostrado fuera de casa, donde se ha dado el gusto de ganar (y bailar) a Liga de Quito, entre otros equipos.
El gol de ‘El Chula’, con el que se definió el empate en la última jugada del encuentro, terminó por coronar una mala jornada de la defensa chulla, que se puso a tono con el errático proceder del resto de líneas.
Ni Martín Bonjour ni Luis Romero impusieron respeto en el bloque posterior. No fueron el respaldo para Rorys Aragón, quien tuvo una actuación aceptable, bloqueando incluso no menos de dos llegadas que pudieron terminar adentro.
El resultado golpeó en Deportivo Quito. Juan Carlos Garay, en la rueda de prensa posterior al empate, dejó en evidencia que su futuro no es sonriente.
El técnico debió reunirse ayer con la directiva para tomar medidas. Incluso, trascendió que dentro del plantel no existe total conformidad con el trabajo del profesional ecuatoriano.
Garay no se hizo problemas y enfrentó la situación. “Les dije a los jugadores que si no se sienten cómodos conmigo, me lo hagan saber y yo daré un paso al costado, no tengo ningún problema”.
Pero el entrenador no es el único que contempla la posibilidad de dejar el equipo. El presidente Eugenio Romero amenazó con renunciar hoy, entendiendo que los problemas que conspiran contra la consolidación del equipo pueden pasar por la directiva.
Estos hechos son solamente la muestra de cómo el cuadro ‘chulla’ naufraga, mientras en la cancha no encuentra una línea. En la cancha, el Quito fue una colección de errores en la defensa, como ya se explicó, y en la ofensiva Víctor Estupiñán, Carlos Garcés y Christian Lara fueron especialmente inexactos y erráticos.
Así, comienza la semana más tensa en lo que va de la temporada para Deportivo Quito. Una semana en la que, tal vez, Juan Carlos Garay acumule más horas de insomnio o, de repente, de tranquilidad si deja el cargo.