Durante 19 años, Eduardo Granizo fue dirigente del Olmedo. Fue duro crítico de la FEF, entidad que promovió la elección de otra directiva en el club.
HOJA DE VIDA
Su experiencia. Es arquitecto de profesión y ha sido directivo del equipo riobambeño desde 1993.
Su punto de vista. La FEF decidió desconocer a dos directivas y eso no fue legal. Cree que ‘la cancha’ está a favor de la Ecuafútbol en la elección de la directiva.
Su decisión. No apoyará al nuevo Directorio que se elija con el aval de la Federación y tampoco se afiliará como socio del club.
Con la decisión de la Ecuafútbol de desconocer a las directivas de Olmedo y elegir un nuevo presidente en el Olmedo, ¿ya se perdió la batalla legal?
La batalla legal siempre la hemos perdido en la Federación Ecuatoriana. Los reglamentos no sirven de mucho porque más es la voluntad de los que dirigen. Es algo insólito que se desconozca a la directiva de Marcelo Pérez, que viene funcionando desde hace años y recién se dan cuenta que no está legítimamente consolidada y elegida. La dirigencia actual de Pérez eligió a la dirigencia de la Afnach (Asociación de Fútbol de Chimborazo) y es la que está ahora encargada del equipo.
¿Hay interés político?
Desde luego. Hay fines políticos. El prefecto (Mariano Curicama) fue el que les posesionó sabiendo que era un golpe de Estado al romper la democracia. No creo que por malos resultados se rompa un proceso de elección libre y democrático. Está a las claras que hay políticos detrás de todo esto.
¿ El propósito fue sacarle a usted del equipo riobambeño?
Eso está de manifiesto y está claro. No acarrea otro fin ese propósito. Poner al Directorio de Pérez a la altura del nuevo Directorio, que no tiene nada que ver con Olmedo, es pretender apoderarse del club mediante la modalidad de golpe de Estado. El nuevo supuesto Directorio no se hubiera metido en nada de esto con el aval, el respaldo y el conocimiento de la FEF.
Hay acusaciones en su contra de querer perennizarse, ¿es así?
Desde hace tres años ya no soy dirigente. He dicho públicamente que no volveré a ser dirigente mientras continúen esas personas (Luis Chiriboga) dirigiendo la FEF. Le haría mucho daño a mi club porque siento la persecución, siento el deseo de perjudicar mi actividad dirigencial a toda costa.
Pero sigue participado en las decisiones dirigenciales…
No puedo desconocerlo. Me comprometí con el ingeniero (Marcelo) Pérez a apoyarle, a ayudarle y, de ser posible, a trabajar en beneficio del club.
¿Es represalia por su oposición al manejo de los derechos de TV?
Por supuesto. Nunca estuve de acuerdo. Ellos (los nuevos dirigentes), sus aliados, desde luego que estarán a favor del tema de los derechos de televisión. Será un voto más a favor.
Cuando su relación era buena con el presidente Luis Chiriboga, ¿participó de los viajes de la FEF?
Sí. Al Mundial de Japón y al de Alemania fui con todos los presidentes de los clubes. Tenía entendido que no era invitación de él (Chiriboga). No era con dinero de él. Eran recursos que aportaban los equipos a la FEF, como parte de la formación y crecimiento dirigencial. Asistí con los derechos que teníamos como parte de ese aporte.
¿No se arrepiente de haber cuestionado a Luis Chiriboga y llevar al equipo hasta esta crisis?
No. Para nada. Me ha ocasionado muchísimos problemas, Más de tres años de andar en los juzgados del país. Tuve que enfrentar los momentos más difíciles de mi vida. Me he enfrentado hasta que la justicia me dio la razón. Al no dar el brazo a torcer contra la forma como se administra la FEF, mi lucha no cesará nunca. Conozco de cerca cómo se dan las cosas, como este caso de Olmedo. La cancha no fue trazada con la misma vara. Estuvo inclinada a su favor. No hubo claridad ni transparencia en las elecciones. La FEF manejó el padrón electoral.
¿Seguirá siendo socio del club?
No. Estoy en desacuerdo con la decisión adoptada por la FEF. El pueblo riobambeño no tiene dinero para esa cuota de USD 10 mensuales. No apoyé a ningún candidato por la forma como se decidió el destino de Olmedo.
¿Seguirá yendo al estadio a mirar los partidos del equipo?
Soy hincha de Olmedo, pero no creo que vaya al estadio. Una de las cosas que no soporto es la traición, la deslealtad, la ingratitud, que para mi formación es repudiable.
¿En 19 años de dirigente (desde 1993), en algún momento arriesgó su patrimonio personal?
Sí. Cuando asumí no había absolutamente nada. Lo cogí (al equipo) sin un papel administrativo, sin jugadores en lo deportivo y sin un dólar en lo económico. Partí de cero. Olmedo no tenía nada. Hubo estatutos después de un tiempo y debimos reformarlos. En 19 años nadie me aportó un solo centavo. Todos los ingresos fueron por gestión.
Debido a eso el complejo de Olmedo se queda con su nombre.
En el 2003, con la presencia de dirigentes de la FEF y conjuntamente con los hinchas, resolvieron eso. Consta en los documentos.
¿Cuántos juicios le ha costado el cargo en Olmedo?
Creo que han sido entre seis u ocho. Dos en la justicia ordinaria con Luis Chiriboga, dos expedientes en la FEF, otro por los derechos de José Luis Perlaza, otras acciones legales en la Fiscalía por los hechos de la FEF. Eso sí, ninguno por errores administrativos o cuestiones económicas.
Administrativamente con una nueva directiva al frente del equipo. ¿Cuál será el futuro de Olmedo según usted?
Incierto. Da pena, indignación. Esas personas están llevando al fracaso al equipo. Sin embargo, no dejaré de hacer fuerza por el desarrollo. Están obligados a superar lo que he hecho.
También hay cosas buenas…
Ahí están un complejo, un campeonato y un vicecampeonato en la Serie A, títulos en la Serie B, cinco participaciones internacionales. Por Olmedo han pasado los mejores extranjeros.