Ecuador tiene a dos representantes en cancha hoy, en la semifinal del Mundial de Clubes en Japón. Estaba previsto que el partido se inicie hoy a las 05:30 en el estadio de Yokohama.
El Monterrey, en donde milita el capitán de la Selección, Walter Lucio Ayoví, se enfrenta con el Chelsea, campeón europeo y el gran favorito para imponerse en el partido y disputar la final con Corinthians, que ayer superó al Al Alhy de Egipto (ver nota inferior).
El partido será dirigido por el réferi manabita Carlos Vera, quien es considerado por la Confederación Sudamericana y por la Conmebol como el mejor árbitro del país. En este Mundial de Clubes, Vera actuó también en el partido entre Al Alhy egipcio y el Sanfrecce Hiroshima de Japón, válido por los cuartos de final y que terminó con victoria egipcia (2-1).
Antes del partido, Ayoví fue uno de los más optimistas con respecto a lograr una hazaña y tumbar al linajudo Chelsea. “En la vida todo es posible. Tenemos los argumentos y la capacidad para lograr una victoria y sorprender a todos”, declaró el jugador esmeraldeño.
El equipo del jugador tricolor afronta el Mundial de Clubes por segundo año consecutivo. En 2011, también en Japón, su actuación se saldó con un fracaso al caer eliminado en los cuartos de final ante el local Kashiwa Reysol.
El entrenador del equipo azteca, Víctor Vucetich, afirmó que quiere hacer historia para el fútbol de su país alcanzando la final del Mundial de Clubes.
“ Esto es una competición internacional, tenemos que prepararnos adaptándonos a nuestros rivales ” , señaló el técnico de los ‘Rayados’. “Son muy fuertes, pero queremos demostrar nuestro potencial ante ellos y escribir una nueva página en la historia ”.
Antes del enfrentamiento, el DT del Chelsea, Rafael Benítez, dijo que su rival mexicano será“ difícil ” por su calidad, pese a la baja “ importante ” del atacante chileno Humberto Suazo.
“Es un equipo compensado y con equilibrio entre ataque y defensa, entre juego directo y juego de pase. El hecho de que pueda cambiar de sistema, de dibujo, es una muestra más de que el entrenador ha hecho un gran trabajo ” , apuntó el ex preparador de Valencia, Liverpool e Inter de Milán.
Benítez dijo ser consciente de la importancia que tiene el Mundial de Clubes y la consideración y prestigio con los que cuenta en el fútbol latinoamericano.
“Conozco la competición por haberla jugado antes (con Liverpool en 2005 y con Inter de Milán en 2010). Sé lo que significa en el fútbol de Centroamérica y de Sudamérica en general. Uno de mis jugadores me dijo que esto era un sueño, haremos lo posible para ganarla ” , destacó.
Para el Chelsea, el Mundial es la única tabla de salvación que le queda, después de haber sido eliminado en primera fase de la Champions. Además, el equipo está tercero en la Premier, y habiendo comenzado la temporada con una contundente derrota en la final de la Supercopa de Europa ante Atlético de Madrid (4-1) .
Paolo Guerrero es la figura del Corinthians finalista
Un gol del peruano Paolo Guerrero, cuya presencia había estado en duda debido a una lesión, permitió al Corinthians brasileño derrotar al equipo egipcio Al Ahly (1-0) , el miércoles en Toyota, y clasificarse para la final del Mundial de Clubes.
El tanto marcado a la media hora de partido abrió las puertas al ‘Timao’ al partido decisivo por el título, el domingo en Yokohama, donde buscará su segundo Mundial, tras el logrado en 2000 en la primera edición jugada en Brasil. Con miles de hinchas brasileños animando en las gradas, Corinthians dominó en los primeros compases del partido hasta que llegó el gol con un cabezazo de Guerrero, tras un centro desde la izquierda de Douglas (30)
“Vi que la pelota me llegaba y sabía dónde tenía que metérsela al arquero, por el palo que tenía más descubierto, y gracias a Dios entró ” , explicó Guerrero.
El peruano, que sufrió una lesión muscular en su rodilla derecha 10 días antes, en el clásico contra el Sao Paulo, lo que había puesto en seria duda su participación en el encuentro, se convirtió al final en el héroe corinthiano.
El tiempo de recuperación se cifraba entre 15 y 20 días, pero el peruano quería jugar este partido y el entrenador Tite lo consideraba una pieza fundamental, por lo que se inició un trabajo de recuperación contra el reloj, que al final rindió sus frutos.