Antes de los festejos con champaña, la final de la Liga de Campeones entre el Bayern de Múnich y el Chelsea supondrá un choque de generaciones entre los entrenadores Jupp Heynckes, un sexagenario curtido y Roberto Di Matteo, un italiano debutante.
La experiencia es uno de los factores que genera debate antes del esperado encuentro y ahí Heynckes, de 67 años, que ha logrado grandes éxitos como jugador y como entrenador, gana claramente la partida al Di Matteo.
El alemán brilló cuando jugaba en el Borussia Moenchengladbach y la selección alemana. En su etapa como entrenador ha pasado por clubes importantes de Alemania y España (el ‘Gladbach’, Bayern, Athletic de Bilbao, Real Madrid, Bayer Leverkusen…), con un total de 149 partidos dirigidos en competencias europeas.
Su gran éxito llegó precisamente en esta competición, cuando llevó al Real Madrid a la final de la Liga de Campeones, en 1998.
Di Matteo, de 41 años, tiene una carrera evidentemente con menos recorrido y su palmarés cuenta con los trofeos ganados cuando vestía la camiseta del Chelsea (1996-2002), donde fue conocido por su combatividad y su estilo de juego rudo en el medio campo.
Su experiencia como entrenador empezó como técnico del Milton Keynes , de la tercera categoría inglesa, al West Bromwich (Premier League), antes de pasar al cuerpo técnico del Chelsea. En el equipo de los ‘Blues’ fue elegido como entrenador principal tras el despido en marzo del portugués Andre Villas-Boas.
El éxito en la eliminatoria de semifinales ante el FC Barcelona en esta Champions hizo que empezara a ganarse el respeto del resto y una victoria el sábado le haría entrar en la historia del club.
Su personalidad también es diferente, teniendo en cuenta sus distintas orígenes y culturas, pero ambos coinciden en su tono correcto ante la prensa, oponiéndose al estilo polémico y provocador de otros estrategas, como José Mourinho o Alex Ferguson.
Con los años, Heynckes se ha convertido en un entrenador-padre, un hombre que cuida de sus pupilos, les aconseja y se gana su respeto y afecto.
Su capacidad de mediación quedó clara, por ejemplo, cuando recientemente el francés Frank Ribery y el holandés Arjen Robben se enfrentaron en el vestuario, conflicto en el que supo reaccionar a tiempo.
Di Matteo también ha aportado tranquilidad al vestuario de los londinenses, tras la rebelión de algunos ‘pesos pesados’ del equipo contra Villas-Boas.
A pesar de su juventud, ha demostrado que es fiel al gusto italiano por la táctica y que ante todo busca el resultado. El DT se ha mantenido ajeno a las críticas de los aficionados después del sexto puesto obtenido en la Premier
Este estilo le permitió derribar al campeón FC Barcelona en las semifinales del torneo.
Dependiendo del resultado del sábado, el futuro de Di Matteo podría despejarse y pasar de ser entrenador interino a entrenador definitivo, mientras que Heynckes continuará salvo una hecatombe en la final.